Me expongo a una demanda por decirle malandro al presidente ruso, Vladimir Putin, pero no importa, hoy le daré a usted el contexto de su intención por invadir Ucrania.
Estamos muy lejos de aquellas estepas donde el fuego de los misiles estalló por orden de este avaricioso y genocida mandatario, pero el eco de la metralla se escuchó por todos los rincones del orbe.
Así no, Vladimir, ¡ASÍ NO!
Prácticamente todo el mundo lo repudia por el acto belicoso iniciado a media semana contra el pueblo ucraniano y por sus balandronadas.
“No se metan ¡cabrones!, cualquier intento de intervención tendrá consecuencias que nunca han visto”.
“Traigo con qué quererlos”, habría dicho en perfecto español, y se acariciaba el arnés que traiba en la cintura, donde reposa un pequeño adminículo con un botón rojo. Es el control detonador de cientos de misiles nucleares listos para destruir el planeta.
Amenazó a todo el mundo, pero ahora sí en su lengua madre.
El ruso.
Lo hicieron encabronar, Joe Biden y 31 jefes de Estado (hasta el momento) los que repudiaron su nefasa orden de invadir Ucrania; sin contar la carta del mismísimo Papa Francisco, suplicándole que ya no consumiera esa droga que le nubla la razón.
Le valió queso.
Hasta acá se escucharon las explosiones producidas por las tropas de Putin en Kiev, Járkiv y Odessa.
Antes de dar la orden de ataque, los soldados vieron la mirada fría del mandatario ruso, parecía un tiburón, pero con un gorro USHANKA, peludo, color gris, calzado de lado en la pelona; era la misma mirada del malandro en Juárez antes de incendiar un negocio por negarse a pagar la extorsión.
Putin no se anda con delicadezas de armar un Golpe Blando para derribar el gobierno ucraniano elegido de forma democrática y explotar su riqueza.
Volodymyr Zelenskyy, Presidente de Ucrania, como mamá gallina, anda juntando los pollitos para que no se los coma el zorro y declaró la ley marcial para que nadie salga de sus casas, mientras los misiles destruían objetivos militares, por lo pronto.
“Les quierrro adverrrtirrr, que no tengan duda ninguna que si intentan atacarrrnos, oprrrimirré el botón rrrojo y las consecuencias serrrán espantosas para cualquier posible agresorrr”.
Recalcó además, que Rusia es “una de las potencias nucleares más fuertes y también tiene una cierta ventaja en una gama de armas de última tecnología”.
No sé porqué me da la ligera sospecha que Putin se quedó en el concepto de guerra convencional del siglo pasado.
Arrasar con fuego una ciudad, o echarle a la gente encima un tanque de guerra, es ya del pasado muy lejano.
Hoy, las guerras son por estrangulación económica, por hambre, por exclusión en los mercados. La guerra de las monedas.
Y eso es justamente lo que le están aplicando ya los países aliados.
Para comenzar los mercados en Asia se fueron al precipicio y los precios del crudo se dispararon hasta el cielo tras el inicio de la operación militar.
Veinticuatro horas después, Joe Biden se junta con treinta y un jefes de Estado, y determinan darle caput al fanfarrón.
Arman un paquete de sanciones tal, que solo les faltó meterlo al congelador.
Los aliados dicen que no se trata solamente de constreñir hasta el ahogamiento a los rusos, sino que además, es una medida de protección a los mercados mundiales, porque si no lo hicieran así, la debacle económica sería terrible para el resto del mundo.
Los analistas internacionales dicen estar todavía confundidos, pues las contrapartes en este escenario de guerra: Rusia y EU, (porque Ucrania es sólo el pretexto de la confrontación), se perciben como un espejo. No se sabe quien es el salvador y quien es el villano.
Sin embargo, no hay que tener 150 de coeficiente intelectual para entender porqué la urgencia de Putin por invadir Ucrania.
Por si no lo sabían, Ucrania es una especie de paraíso celestial, aquí en la tierra.
Se le considera líder en Europa en reservas recuperables probadas de minerales como el uranio, titanio, hierro y mercurio.
Y no se diga en reservas de carbón y gas de esquisto.
Ucrania también es un país agrícola.
Entre los primeros lugares en exportaciones de girasol, cebada, maíz, papa, centeno, trigo, huevos de gallina, queso,
Se dice que Ucrania puede satisfacer las necesidades alimentarias de 600 millones de personas.
En la industria: es en Europa primer lugar en la producción de amoníaco;
El cuarto en sistema de gasoductos de gas natural más grande de Europa en el mundo (142,5 mil millones de metros cúbicos de capacidad de producción de gas en la UE);
Tercero más grande de Europa y octavo más grande del mundo en términos de capacidad instalada de centrales nucleares.
Tercero en el mundo (después de EE. UU. y Francia) en la producción de localizadores y equipos de localización; tercer mayor exportador de hierro del mundo
Cuarto mayor exportador de turbinas para centrales nucleares del mundo; y cuarto mayor fabricante de lanzacohetes del mundo.
¿Le sigo?
Obtuvo su independencia en 1991 y ahora, Putin le quiere atar una soga al cuello al fin que son HOHOLES.
(Expresión despectiva que los moscovitas hacen de los ucranianos.)
Los hoholes en la antigüedad eran los cosacos, gente ordinaria, sin educación, silvestres.
Hoy les dicen hoholes a los ucranianos como una expresión de tontos.
Pocamadre.
En esta primera jugada, todos pensamos que Putin perdió el control y se lanza al vacío sin protección.
Pero seguramente no es más que un alfil de los chinos.
Es claro que nos encontramos ante un fenómeno de recomposición global y los chinos están ganando espacios en el planeta.
Se dice que los chinos traen agarrados de los ‘destos’ a los gringos en materia económica, y que falta solamente una testereadita para arrancárselos.
Pero mientras le dan el tirón, el incidente permite a los gringos ubicar piezas nucleares a pocos metros de Moscú, por si las recochinas moscas.
Tomarán Crimea con la tersura que le proporcionará la OTAN, que por cierto, según me orienta mi anacoreta de cabecera, ya no tiene ninguna razón de ser luego de la desintegración del Pacto de Varsovia, antagonista de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) durante la Guerra Fría. Que por cierto, se deshizo cuando todos, menos Rusia, se plegaron al imperio gringo.
Haiga sido como haiga sido, la jugada está hecha. Veamos que sigue.
Yo pienso que esto va para largo, y mientras se vaya dando el reacomodo global, otras figuras económicas irán cobrando fuerza.
Voy por mis palomitas.
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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