Es tiempo de elecciones, el momento donde todos dicen lo que queremos escuchar. O al menos, gran parte de las promesas de campaña, propuestas y compromisos apelan a satisfacer los intereses y necesidades básicas de la mayoría de la población.
Candidatos independientes decididos a encontrar un espacio que genere un cambio en la política; y miembros de partidos, con bastante reputación, que buscan demostrar que ellos son la nueva cara, nos presentan el México que tanto hemos estado esperando, y que solo con ellos lograremos tener.
Sus promesas son variadas y abarcan temas que van desde la inseguridad hasta la corrupción; desde la mejora de la economía, hasta dar a conocer las estafas de los gobiernos pasados o actuales. En cada elección existen temas tan importantes que, inclusive, son identificados como aquellos que no pueden faltar en el discurso. En estas elecciones la corrupción, la seguridad, la economía y la educación, ocupan los lugares especiales.
Muchos coincidiremos en que son temas importantes que discutir, algunos hasta los considerarían temas que han generado un despertar de la ciudadanía. Y la verdad es que no hay como negar que son problemas latentes que desde hace años requieren atención, propuestas y acción
Pero, ¿por qué limitarse a solo decir lo que quiero oír y no hablar también de aquello que se necesita?
La salud suele ser un tema ignorado en las campañas políticas; y eso que es un derecho y un servicio básico al que debemos tener acceso.
Ante esto, podemos culpar a los ciudadanos porque no hemos generado suficiente ruido para poner al tema “de moda”, y hacer que los candidatos le dediquen algunos segundos de sus discursos, spots de radio o publicaciones en redes sociales. O, podemos reconocer la falta de interés, la flojera de aprender del tema o el miedo de los retos que presenta, que tienen los candidatos para abordar un tema tan vasto que requiere atención urgente.
Necesitamos candidatos que no tengan miedo a hablar. Después de todo, ¿a qué le tienen miedo? A enterarse que, según la OECD, México está entre los países que menos invierte en salud; a darse cuenta de que el sistema está rebasado y que el país cuenta con personal, unidades medicas e inmobiliario insuficiente para la atención médica; a que el personal médico labora en un sistema que no le proporciona las óptimas condiciones para atender rápida y eficazmente; o a enterarse que en este último sexenio los recortes al presupuesto a la salud solo han hecho más notorias las carencias y atrasos en el sector. No se necesita ser candidato, político o aspirante para conocer esta información y comenzar a proponer -y generar- cambios.
No es sorpresa que las personas candidatas estén dispuestas a decir cuanto sea necesario para lograr el interés y votos suficientes; la sorpresa sería escuchar propuestas basadas en las necesidades básicas de la población, no solo aquellas que han logrado llegar a sus oídos -o intereses personales-.
Es momento de empezar a cuestionarlos, conocer sus intenciones, planes y propuestas para el sector salud. El momento es ahora, ya que podríamos toparnos con un futuro lleno de más recortes, abusos y desabastos.
Lourdes Tejada
Titulada en Diseño gráfico y pasante de la Maestría en Acción Pública y Desarrollo Social. En su experiencia destaca el ser co-fundadora de una asociación civil y ser miembro fundador de una red de agrupaciones juveniles. Ganadora del Premio Nacional UVM por el Desarrollo Social, cuenta además con el Premio Estatal de la Juventud, el Reconocimiento a Mujer del Año de Ciudad Juárez y la mención de Mujer Líder de México.