“Dime lo que odias, cabría pensar, y retratarás tus virtudes, el mejor rostro de tu identidad”
Para poder tener metas ambiciosas, necesitas creer que puedes seguir los planes para lograrlos. Confías en ti mismo, tan simple como eso. Una vez que tienes ese tipo de confianza, ya estás un paso más cerca del éxito. Cuando crees en ti mismo, los otros tienden a creer en ti también.
Lograr ser exitoso significa esfuerzo, trabajo y saber quién eres y hacia dónde quieres ir. Claramente esto lleva un tiempo, un proceso de maduración y de crecimiento personal, un camino por recorrer, en el que se presentan todo tipo de obstáculos y dificultades, vituperios, descalificaciones y mentiras, ofensas y agresiones y más, pero dependiendo la magnitud de tu éxito será el tamaño de la envidia convertida en odio.
AMLO se construyó así mismo durante más de 30 años y construyó el movimiento político y social más exitoso del país en todos los tiempos y en los últimos 6 años ha desplazado a todas las fuerzas políticas que tenían el monopolio de la administración y la política de México, obviamente que este hecho exitoso tendría que generar reacciones, acciones y actitudes de rechazo, de oposición y en los más débiles, y antidemocráticos, generaría acciones de odio por haberlos desplazado del poder y sus canonjías, beneficios y tropelías de los cuales disfrutaron durante 80 años de poder y gloria.
AMLO desarrolló su vida política dentro de un mundo caracterizado por la fugacidad, la vanidad, el engaño y la mentira y aún asi los hombres exitosos, com él, siguen confirmando que su talento se fundamenta en la perseverancia, el esfuerzo continuado y las ganas de cumplir y ver realizados sus sueños, llegó a la máxima posición a la que puede aspirar un mexicano y llegó acompañado de un movimiento político que esta transformado al país y, el transformar, genera y detona odio, resentimiento y envidia.
La envidia es una emoción negativa que provoca malestar y dolor por el bien ajeno o la felicidad de los otros y se alegra del mal de los demás. Los bienes que se envidian principalmente son los que llevan consigo precio, estimación, honores, prestigio y gloria. Se puede considerar que la envidia, una vez desarrollada, pervierte el juicio más intensamente que las otras pasiones, el éxito de AMLO despertó la envidia de los opositores y estos han trabajado como meta, y descargo de su envidia, al detonar la ira y el odio en los más ignorantes y débiles de sus huestes, a ellos los une las mismas razones, pasiones y derrotas o fracasos, el odio lo desarrollan para encubrir su perfil de perdedores.
AMLO detona resentimientos y estos se caracterizan, según el filósofo Thiebaut como una actitud reactiva, y nacida por tanto de una cierta pasividad respecto a un estado de cosas, y es una actitud o un comportamiento que no nace de una propuesta propia sino de una defensa, y denota por tanto la debilidad o bien esa situación se sublima en una acción que suprime ese estado de cosas, o bien se configura como resentimiento al retornar sobre el sujeto débil e impotente y reforzar su actitud, generalizándola y constituyéndola en forma de existencia. El resentimiento sería una frustración patógena y enferma de la propia voluntad de ser y de poder.
Por lo tanto no nos debe extrañar esos sentimientos que fluyen en concentraciones de personas identificadas por lo mismo, se engrandecen y constituyen sus momentos de terapia y desahogo, su debilidad les indica que las debilidades ajenas, y sumadas, hacen fortalezas cuando lo que indica es exactamente lo contrario, y los exhibe.
Haciendo una profunda reflexión de todo lo anterior el odio es el sentimiento que más daño hace a los odiadores partiendo de sostener que los odios definen a los individuos, y a los grupos en que se incluyen, al reflejar y aflorar las marcas de pertenencia social, de establecimiento jerárquico de los mejores y de los peores por medio de los gustos y de los hábitos. Toda identidad tiene su alteridad y una de las posibles relaciones entre ambos conceptos es el odio, que a su vez ayudaría a marcar los contornos a la hora de definirlos. De esta forma, Thiebaut sintetiza esta visión cuando sostiene que dice:
“dime lo que odias, cabría pensar, y retratarás tus virtudes, el mejor rostro de tu identidad”
No hay peor ser humano anti demócrata que aquel que busca sobreponerse sobre los demás sin justificarse más que por el hecho de ser minoría y que rechaza cualquier acto de las mayorías, no los acepta y los agrede, los denigra pero intentan engrandecer la irrealidad de su estatus minoritario político.
No aceptar las decisiones de las mayorías es el hecho más antidemocrático que se puede ejercer, pero buscar destruir los logros alcanzados por las mayorías es la mayor de todas las perversidades porque lo hacen por envidia, rencor y odio, rechazan todo de inmediato cuando los beneficios para el pueblo provienen de la 4T.
La manifestación anti AMLO del domingo 13 de Noviembre les dio ímpetus y bríos a los opositores pero mostrando un triste espectáculo cuando ponderan las actitudes de odio, el odio los vence porque habían logrado una convocatoria como jamás lo habían logrado los opositores pero, las muestras de odio de muchos participantes fueron documentadas perdiendo todo lo logrado y convirtiéndose en una MARCHA DEL ODIO.
Una vez que conocieron la convocatoria del presidente para él encabezar una marcha pro Reforma Electoral y el festejo del 4 aniversario de la asunción al poder por parte de la 4T se desataron los demonios de nueva cuenta, las élites opositoras salieron a denostar y exhibir su espíritu antidemocrático que conforma su ADN, no aceptan a nadie mas, solo se aceptan ellos mismos cayendo en el autoritarismo sumado el clasismo y el racismo que los caracteriza.
En México no existe hoy un solo político que solo él tenga la capacidad de convocatoria del presidente López Obrador, ninguno tiene ese arrastre popular que les permita las multitudinarias concentraciones… y lo envidian, lo odian por eso, les molesta y lo anhelan sin haberlo formado y trabajado.
Mas sin embargo, si repartimos un México al 100% podremos encontrar que el 25% simpatiza con la oposición y el 75% simpatiza con el presidente López Obrador y me baso en los resultados de las encuestas recientes.
Lo que nuestro presidente busca con la marcha del 27 de Noviembre y la concentración del 1º de Diciembre es demostrar que la mayoría de los mexicanos SI APOYA el gobierno, los programas y las iniciativas legislativas del gobierno de la 4T, busca demostrar con hechos que los opositores si han crecido pero no son la mayoría de los mexicanos, están muy lejos aún de lograrlo y difícilmente con esas actitudes lo lograrán.
Cuando se habla con mentira y con engaños, cuando se manipula a la gente como lo hacen los opositores están sujetos al tiempo para que se develen las verdades y caiga la simpatía y la confianza de las huestes de seguidores, o al menos no se incrementan.
Es un hecho innegable el que los asusta a los opositores, LA CAPACIDAD DE CONVOCATORIA del presidente, los tiene aterrorizados porque serán sepultados por la respuesta a la convocatoria por parte de la sociedad mexicana.
La SOCIEDAD MEXICANA no es lo mismo que SOCIEDAD CIVIL que tanto pregonan los opositores, la sociedad civil de los opositores es la SUMA de los membretes que tiene Claudio X González para el golpeteo político al presidente.
Nos vemos el 27 de Noviembre en la Ciudad de México, el presidente López Obrador nos llama a marchar junto a él.
“aunque se quiera tomar distancia de ellos es difícil, ya que los odios acabaron por definirlos a cabalidad”.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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