Las cumbres de los Tres Amigos comenzaron en 2005 y estuvieron en activo hasta 2016, año en que Donald Trump fue elegido para la Casa Blanca.
Washington, DC. (VOA) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, planea organizar una reunión en persona con los líderes de México y Canadá, la primera de este tipo en más de cinco años, dijeron el martes cuatro fuentes familiarizadas con el asunto.
Los detalles finales aún se estaban elaborando, dijeron, pero de seguir adelante, lo más probable es que sea en algún momento durante la semana del 15 de noviembre en Washington. Fuentes radicadas en Ottawa y Ciudad de México solicitaron el anonimato porque los planes aún no eran públicos.
Biden ha mantenido reuniones virtuales con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro canadiense Justin Trudeau desde que asumió el cargo este año, y asistió al G20 en Roma con Trudeau. La cumbre en persona coincide con las tensiones políticas sobre energía, comercio e inmigración.
Un alto funcionario de la Administración Biden dijo “estén atentos”, cuando se le preguntó sobre una posible reunión entre Biden y López Obrador.
Los líderes de las tres naciones comenzaron a realizar lo que se conoce informalmente como la cumbre de los Tres Amigos en 2005 y se reunieron la mayoría de los años hasta 2016. La práctica terminó cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asumió el cargo en enero de 2017.
La inmigración en la frontera sur de EE. UU. con México ha alcanzado niveles récord, y el gobierno mexicano quiere que Washington invierta más para detenerla.
Los tres países están unidos por el acuerdo de libre comercio Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC) que rige aquí alrededor de 1,5 billones de dólares en el comercio de América del Norte anualmente.
Trudeau acogió con satisfacción la victoria de Joe Biden en las elecciones hace un año, pero desde entonces han surgido una serie de viejas disputas comerciales sobre madera, oleoductos y adquisiciones.
Canadá también está descontento con los créditos fiscales propuestos en EE. UU. para vehículos eléctricos y dice que si se introducen, respondería de manera adecuada. Ottawa dice que la medida podría dañar a la industria automotriz continental altamente integrada.
En julio, Canadá y Estados Unidos expresaron su preocupación por las políticas energéticas mexicanas.
La Casa Blanca se negó a comentar. Las oficinas de López Obrador y Trudeau no respondieron a las solicitudes de comentarios.
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