Las reuniones bianuales entre los países se reanudaron en 2022 tras haber sido canceladas durante la presidencia de Donald Trump y en medio de un aumento récord de alrededor de medio millón de cubanos que llegaron a Estados Unidos a partir de 2021, según autoridades de ese país.

“El bloqueo (embargo) y las medidas adicionales de cerco y máxima presión de los gobiernos de (Donald) Trump y (Joe) Biden constituyen el tema que más pesa en el escenario migratorio bilateral”, dijo el lunes Johana Tablada, subdirectora de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.

Tablada dijo en conferencia de prensa que el impacto de la política migratoria de Washington hacia La Habana “constituye el incentivo principal que explica el incremento inédito de la ola migratoria más grande de cubanos en los últimos tiempos”.

Cuba está sumida en una profunda crisis económica caracterizada por la escasez de productos básicos, entre ellos alimentos y medicinas, además de una creciente inflación.

El objetivo declarado de las conversaciones es promover la migración segura, legal y ordenada, dicen ambos países.

La Habana ha culpado durante mucho tiempo a las sanciones estadounidenses de asfixiar la economía local y ha criticado a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que otorga derechos especiales de entrada a los cubanos para residir legalmente en el país vecino.

Mientras, Washington, el principal destino de los migrantes cubanos, dice que la falta de libertades civiles y los derechos humanos en Cuba se han combinado con una frágil economía dominada por el Estado para obligar a sus ciudadanos a emigrar.

El gobierno estadounidense ha aumentado las vías legales de migración para los cubanos, incluido el acceso a visas de inmigrante en La Habana, la reunificación familiar y los programas de permiso humanitario. Sin embargo, aún no ha reanudado los programas para el otorgamiento de visas de no inmigrante o de turismo.