El expresidente de EE. UU. arremete contra migración, energía verde y liderazgo global durante su participación en la ONU.
Nueva York, NY (ADN/Staff) – En su regreso a la tribuna de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el expresidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, ofreció un extenso y polémico discurso donde criticó abiertamente el papel de la ONU en conflictos internacionales, presumió haber puesto fin a siete guerras, y abordó temas como la migración, la energía, el comercio y la seguridad global. El discurso se produjo el 23 de septiembre de 2025, en el marco de la 80.ª sesión del organismo internacional.
Trump inició recordando su último discurso ante la ONU hace seis años, contrastando lo que llamó una era de estabilidad durante su primer mandato con lo que describió como un escenario actual dominado por conflictos bélicos y crisis globales. El exmandatario afirmó haber detenido siete guerras en un plazo de siete meses, mencionando conflictos históricos como los de Kosovo-Serbia, el Congo-Ruanda, y la disputa entre India y Pakistán. Criticó que en ninguno de estos procesos recibió apoyo de la ONU, cuestionando su utilidad actual.
En uno de los pasajes más controvertidos, Trump aseguró que la migración masiva constituye una “invasión” y denunció que la ONU financia y facilita los flujos migratorios hacia Estados Unidos. Mencionó específicamente un presupuesto de 372 millones de dólares asignado en 2024 por el organismo para ayudar a más de 600 mil migrantes, acusando a la organización de “atacar a las fronteras occidentales”. Sostuvo que bajo su administración, el ingreso de personas en situación irregular se ha reducido a cero durante cuatro meses consecutivos.
En materia de política exterior, el expresidente subrayó la supuesta recuperación del respeto internacional hacia Estados Unidos y el fortalecimiento de la OTAN, al afirmar que logró que los países miembros aumentaran su gasto en defensa del 2 % al 5 % del PIB. También habló sobre su mediación en Gaza, el conflicto en Ucrania y sus esfuerzos para frenar el programa nuclear de Irán, ofreciendo lo que calificó como una “generosa oferta” al líder supremo de ese país.
Respecto al combate al narcotráfico, Trump anunció la designación de grupos como el cártel del “Tren de Aragua” y la pandilla “MS-13” como organizaciones terroristas extranjeras. Reveló también operaciones militares estadounidenses contra redes de tráfico en Venezuela, asegurando que se están “hundiendo barcos” con drogas capaces de matar a miles de personas. Afirmó que Estados Unidos está “eliminando” a los responsables del tráfico de fentanilo y otras sustancias letales.
Trump dedicó también un segmento de su intervención a atacar las energías renovables, calificándolas como “una broma” y señalando a los molinos de viento como costosos e ineficientes. Afirmó que China fabrica estas tecnologías sin adoptarlas para su propio consumo, utilizando en cambio combustibles fósiles como el carbón y el gas. Planteó que Estados Unidos está abandonando las energías limpias y retornando al uso de fuentes tradicionales para garantizar su crecimiento económico.
El exmandatario concluyó su mensaje apelando a la defensa de la soberanía nacional, invitando a los países representados en la Asamblea General a “proteger sus fronteras” y “rechazar el globalismo fallido”. Señaló que la inmigración descontrolada y el alto costo de las energías verdes están “destruyendo al mundo libre”, y sugirió que sólo con liderazgo fuerte y políticas tradicionales se puede evitar el colapso de los estados-nación. Su discurso fue recibido con atención, aunque también con visible incomodidad entre varios representantes diplomáticos.
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