Un estudio de MilenIA detecta 8 millones de cuentas automatizadas promoviendo la marcha de la Generación Z, en medio de un clima político tenso.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – Un análisis de la Central de Datos e Inteligencia Artificial de MULTIMEDIOS, conocido como MilenIA, reveló que cerca del 46 por ciento de las interacciones en torno a la llamada “Marcha de la Generación Z” del 15 de noviembre fueron impulsadas por bots, equivalentes a unos 8 millones de acciones automatizadas que amplificaron la convocatoria en redes sociales. El hallazgo sugiere que la aparente movilización juvenil ha sido una mezcla entre participación genuina y manipulación algorítmica de gran escala.
De acuerdo con la investigación publicada por Milenio y elaborada con información de Omar Cordero, la conversación digital sobre el 15N generó 17.5 millones de interacciones, de las cuales 9.5 millones provinieron de usuarios reales. La plataforma Grok, inteligencia artificial de X (antes Twitter), confirmó patrones de actividad no humana: cuentas creadas recientemente, nombres genéricos, imágenes de stock, miles de reposts idénticos y picos de actividad sincronizada tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
El análisis también identificó que la movilización digital fue detonada por la cuenta @generacionz_mx, creada en agosto de 2024 para apoyar a la opositora venezolana Corina Machado y que permaneció inactiva por más de un año. El 15 de octubre de 2025 reapareció con mensajes de “hartazgo social” contra el gobierno federal, acompañados de imágenes generadas con IA que mostraban escenas apocalípticas en la Ciudad de México. En pocas semanas alcanzó 70 mil seguidores, pese a su silencio prolongado.
Según MilenIA, más de la mitad de los bots provienen de “tiendas” de servicios digitales en Colombia, Argentina y España, utilizadas para inflar artificialmente la conversación. Estas cuentas automatizadas impulsaron hashtags, videos y memes que mezclaron crítica política con símbolos de cultura pop, especialmente la bandera pirata de One Piece, convertida en estandarte del movimiento. Tres de cada cuatro usuarios reales identificaron en esa imagen un símbolo de rebeldía, aunque la mayoría rechazó la convocatoria a marchar.
La investigación señaló que el contenido digital se disparó en TikTok, con 7.8 millones de visualizaciones, mientras que en YouTube se registraron 4.9 millones, principalmente en canales opositores. En X, donde la conversación fue más política que visual, se detectaron 2.2 millones de interacciones, muchas de ellas cuestionando la autenticidad del movimiento. En Facebook e Instagram, el flujo se centró en debates sobre corrupción, libertad y problemas cotidianos de los jóvenes.
La ola digital coincidió con eventos políticos relevantes, como el asesinato del alcalde Carlos Manzo, figura independiente con pasado morenista, cuya muerte fue utilizada como combustible narrativo por diversas cuentas. A pesar de la manipulación digital, MilenIA halló que el 54 por ciento de los usuarios eran reales, con un 20 por ciento de apartidistas, y un reparto equitativo entre simpatizantes de oposición y de la 4T.
El análisis emocional mostró un clima dividido: enojo entre usuarios progubernamentales, entusiasmo entre opositores y desconfianza entre jóvenes independientes, quienes cuestionan ser utilizados como herramienta política. La mayoría percibe que sectores de la derecha buscan capitalizar el descontento y dar “rostro juvenil” a causas opositoras, mientras que otros ven una oportunidad para expresar frustraciones genuinas.
Con más del 70 por ciento de aprobación presidencial reportada en encuestas recientes, la marcha del 15N se perfila como una mezcla de indignación auténtica y estrategia digital. Para los analistas, el fenómeno evidencia la nueva lógica de movilización en México: las redes sociales encienden la chispa, pero sólo la participación presencial definirá si se trata de una rebelión real o de otra llamarada algorítmica.
El 15 de noviembre será la prueba decisiva. Si los jóvenes convierten el ruido digital en presencia física, podría abrirse un capítulo inédito en la participación juvenil. Si no, quedará como un episodio más de manipulación en la política mexicana, donde —cada vez más— los bots marchan antes que las personas.
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