La estrategia arranca en 2026 en siete estados del sureste y busca revalorizar la producción tradicional de maíz.
Ciudad de México (ADN/Staff) – Con el objetivo de preservar la diversidad genética del maíz mexicano y mejorar las condiciones de vida de más de 1.5 millones de productoras y productores del campo, el Gobierno de México presentó el Plan Nacional de Maíz Nativo: El Maíz es la Raíz, una estrategia integral enfocada en fortalecer los sistemas agroalimentarios comunitarios a través de acompañamiento técnico, acceso colectivo a maquinaria y mejora en los procesos de transformación y comercialización de este cultivo emblemático.
La presidenta Claudia Sheinbaum destacó que el maíz nativo es parte esencial de la identidad cultural del país, por lo que conservar sus diversas razas y variedades implica también preservar la historia y el conocimiento ancestral de los pueblos originarios. “El maíz es la raíz de México, y con este plan queremos que las campesinas y campesinos que lo cultivan vivan con dignidad, se alimenten de su propia producción y obtengan ingresos adicionales al transformarlo en productos con valor agregado”, explicó durante su conferencia matutina.
El plan contempla el uso compartido de herramientas adaptadas a cada región para facilitar labores agrícolas como la siembra y el deshierbe, así como la transformación del excedente de cosechas en alimentos procesados como tostadas, totopos y tortillas elaboradas en pequeñas cooperativas organizadas por mujeres rurales. Estas cooperativas, detalló la presidenta, también venderán sus productos a precios justos, manteniendo como base el uso exclusivo de maíz nativo.
De acuerdo con María Luisa Albores, titular del programa Alimentación para el Bienestar, la implementación comenzará en 2026 en el sureste y Pacífico sur del país, abarcando 437 municipios de siete estados: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Tabasco. En esta primera etapa se atenderá a 677 mil familias campesinas que cultivan maíz en una superficie de 886 mil hectáreas. La meta para 2030 es llegar a 1.5 millones de productores en más de 1.8 millones de hectáreas distribuidas en 872 municipios de 29 entidades del país.
Como parte del enfoque agroecológico del programa, se establecerá una red de comunidades milperas, integradas por hasta 100 campesinos cada una, quienes contarán con el acompañamiento técnico de promotores comunitarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Cada región tendrá un equipo técnico especializado que dará seguimiento al fortalecimiento de la producción y la conservación de las semillas nativas.
Además, el Gobierno destinará recursos para la adquisición, mantenimiento y operación de la maquinaria de uso colectivo, con el objetivo de garantizar su funcionamiento a largo plazo y evitar que el acceso a tecnología sea una barrera para las comunidades. Se espera que este modelo contribuya a un incremento de hasta 50 por ciento en el rendimiento por hectárea de maíz nativo hacia el año 2030.
El Plan Nacional de Maíz Nativo representa uno de los esfuerzos más amplios del Estado mexicano para proteger un cultivo estratégico para la seguridad alimentaria y el patrimonio cultural del país, a la vez que promueve la justicia social y económica para millones de familias campesinas que han conservado las tradiciones milperas durante generaciones.
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