Sin embargo, es casi un hecho que la propuesta sea rechazada, ya que Morena, el partido oficialista, y sus aliados no cuentan con la mayoría calificada que se requiere por tratarse de una reforma constitucional.

La iniciativa plantea que los consejeros y magistrados electorales sean elegidos por el voto ciudadano, desaparecer los organismos electorales estatales, reducir el número de legisladores y disminuir el presupuesto.

El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, no descartó que en las próximas horas se pueda llegar a un acuerdo con la oposición.

“Hay que ver qué dictamina la comisión y que decide el pleno”, dijo López. “Nosotros no vamos a negociar nada, nunca hemos negociado; estamos tratando de encontrar coincidencias, yo creo que todo se puede y que puede haber reforma constitucional en materia electoral, vamos a esperar, vamos a platicarlo, vamos a revisarlo, a discutir y espero que se puede encontrar un consenso”.

López Obrador ha dicho que de no prosperar la reforma constitucional, enviará una nueva iniciativa, pero solo con cambios a leyes secundarias que podrían ser avalados por los partidos afines a su gobierno, lo que equivaldría a una reforma de menor calado.

El pasado 13 de noviembre miles de personas salieron a las calles en varios estados del país para expresar su apoyo al Instituto Nacional Electoral. Fue la mayor protesta contra el gobierno de López Obrador en cuatro años de mandato.

López Obrador asegura que su iniciativa busca transformar y depurar el sistema electoral mexicano, mientras que críticos y analistas sostienen que la propuesta podría asegurarle al oficialismo el control del organismo electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2024.