Estados Unidos (VOA) – Las expectativas de inflación de los consumidores de Estados Unidos cayeron aún más en agosto, con bajas en los precios de la gasolina desde el máximo histórico de junio, un hecho que probablemente sea bien recibido por Reserva Federal para decidir el monto el alza de la tasa de interés la próxima semana.

 

Los consumidores en agosto vieron una inflación del 5,75 %, por debajo del 6,2 % de julio y la tasa más baja desde octubre de 2021, mostró este lunes la encuesta mensual de expectativas del consumidor de la Fed de Nueva York.

También prevén aumentos de precios de un promedio de 2,8% durante los próximos tres años, el ritmo más bajo desde finales de 2020, tras el 3,2 % en julio.

Esos resultados pueden dar cierto alivio a los responsables de la política monetaria del banco central, que han estado preocupados de que la inflación más alta en 40 años pueda alterar las percepciones de los consumidores sobre cuán arraigados pueden ser los choques de precios actuales, lo que dificultaría aún más el trabajo para contener la inflación.

Los mercados esperan que el Comité Federal de Mercado Abierto, el panel que fija la política monetaria de la Fed, suba la tasa referencial de los préstamos a un día nuevamente desde el rango actual de 2,25 %-2,50 % en su reunión del 20 y 21 de septiembre.

La Fed ha subido las tasas en 75 puntos básicos en tres ocasiones consecutivas, y los contratos en los mercados de futuros vinculados a las expectativas de los fondos federales vaticinan un tercer aumento similar la próxima semana.

La encuesta también trajo algunas noticias optimistas para el mercado laboral, que los representantes de la Fed esperan que se debilite un poco a medida que aumentan las tasas de interés para reducir la actividad y la demanda en general.

Los consumidores que respondieron al cuestionario de la Fed de Nueva York en agosto vieron una menor probabilidad de perder su trabajo el próximo año que en julio y una mayor probabilidad de encontrar un nuevo empleo si pierden el actual.

Además, el porcentaje de personas que considera probable renunciar a su trabajo actual se redujo al nivel más bajo desde marzo de 2021.