Matrimonio forzado sigue presente a nivel mundial, 15 millones de niñas se casan antes de los 18 años. En México, 1.8% de mujeres indígenas se casan sin consentimiento. Es una violación de derechos, producto del orden patriarcal. Causa solicitudes de asilo y debe ser sancionado.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – El 11 de noviembre de 2023, el matrimonio forzoso o servil sigue siendo una realidad para muchas personas. Se estima que 15 millones de niñas se casan antes de cumplir los 18 años de edad en todo el mundo, mientras que en países de Latinoamérica, 1 de cada 4 niñas se casa antes de los 18 años.
En México, de acuerdo con información del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG), el 23.6% de las mujeres se han casado o viven en unión conyugal antes de cumplir los 18 años. Además, el 1.8% se habían casado sin su consentimiento; el 2.3% inició su relación, por algún motivo de violencia; el 0.8% denunció haber sido comprada y el 1.5% había sido robada sin su consentimiento.
El matrimonio forzado es una forma de explotación y violación de los derechos humanos, pues no se considera a la mujer como “sujeta” de derechos, con capacidad para regir sobre su propia vida, sino como un “objeto” o una posesión que funciona como medio de intercambio para los miembros masculinos de su familia y sobre la cual sólo éstos tienen derecho a tomar decisiones.
Además, las mujeres jóvenes que muestran una preferencia sexual distinta a la normativa son obligadas a contraer matrimonio para “corregir” su lesbianismo.
Ante esta situación, se propone sancionar el matrimonio forzado, para lo cual se establece una pena de cinco a diez años de prisión y multa de doscientas a quinientas veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización. Esta pena se aumentará hasta en un tercio, si la víctima perteneciere a algún pueblo o comunidad indígena o afromexicana.
El matrimonio forzado, además de vulnerar los derechos humanos, tiene consecuencias directas como el abandono escolar, el embarazo prematuro, la mayor morbilidad y la mortalidad materna, además de la transmisión intergeneracional de la pobreza y las limitaciones en las oportunidades a lo largo de sus vidas.
Es necesario combatir el matrimonio forzado, con el fin de proteger los derechos humanos de las mujeres, garantizar el respeto a su libertad y posibilidad de autodeterminación, y brindarles la oportunidad de desarrollar su sexualidad separada de su papel reproductivo.

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