No es necesario ser economista para entender que no podemos seguir viviendo en un mundo donde pocos tienen mucho y muchos tienen poco, en un mundo donde existen miles de millones que se preguntan a cada momento que hacer para poder adquirir comida o medicinas o ropa o zapatos y que al mismo tiempo un puñado de individuos tengan una cantidad grosera, insultante, de dinero y bienes materiales.
No es necesario ser religioso o de izquierda para entender que todos los seres humanos somos iguales y que no debería existir ningún tipo de diferencia entre nosotros, pero, absurdamente, somos tan irracionales que existe una brutal desigualdad en cuanto al ingreso y lo que ganas define que eres o que tanto vales como persona, peor tontería solo las guerras.
Sin duda para la humanidad toda, la desigualdad es una gran asignatura pendiente que debería ser atendida con prioridad por todos los gobiernos, sean del color que sean y se ubiquen en la geometría política que sea, creo que mientras existan pobres y ricos no podemos llamarnos humanos, si acaso animales “racionales” pero humanos no.
En México el tema de desigualdad es brutal, en el más reciente informe de la CEPAL, Panorama social de América Latina y el Caribe 2017 se detalla que en nuestro país el 20 por ciento de los hogares más ricos concentra el 48 por ciento del ingreso nacional, mientras que el 20 por ciento más pobre a duras penas obtiene el 6 por ciento, de tal suerte que la diferencia entre una y otra proporción es de ocho veces. Además, si no fuera suficiente, según la CEPAL, la concentración del ingreso en México es mayor al promedio de América Latina.
Esta situación explica entre otras cosas porque, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) 75 por ciento de los municipios del país (mil 840 de 2 mil 457) tienen un grado de pobreza que afecta a entre 50 y 100 por ciento de su población, y, dentro de éstos, 924 (38 por ciento del total) registran índices que van de 75 a 100 por ciento de sus habitantes.
Queda claro que el tema de la desigualdad del ingreso en los hogares mexicanos es abismal, muy poquitos tienen mucho y millones no tienen nada. El gobierno mexicano en una especie de posverdad se limita a bombardear en los medios de comunicación que vamos bien y que no pasa nada e incluso algunos políticos dicen descaradamente que estamos a punto de alcanzar a ser una potencia, en serio, que cínicos y mentirosos, es mas, que poca progenitora…
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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