Maria Kolesnikova y Maxim Znak, miembros destacados del consejo de coordinación de la oposición, fueron acusados de extremismo y de intentar tomar el poder ilegalmente el domingo. Ambos han negado haber actuado mal.

“Hacemos un llamado a su liberación inmediata e incondicional y la de todos los demás presos políticos retenidos por el régimen de Lukashenko”, escribió Blinken en Twitter, calificando las detenciones de “injustas”.

En septiembre pasado, Kolesnikova acusó a las fuerzas bielorrusas de intentar matarla cuando se resistió a la expulsión después de que las autoridades rompieron su pasaporte, le pusieron una bolsa en la cabeza y la llevaron a la frontera con Ucrania. Finalmente, luchó para evitar su expulsión de Bielorrusia y fuera encarcelada.

Casi al mismo tiempo, Znak dijo que hombres enmascarados no identificados lo secuestraron en su oficina.

Unos comicios bajo sospecha

Miles de personas protestaron regularmente durante meses después de las elecciones del 9 de agosto en las que Lukashenko fue declarado ganador. Los partidos de oposición, Estados Unidos y la Unión Europea alegan que la elección fue amañada.

La principal adversaria de Lukashenko, Sviatlana Tsikhanouskaya, ha abandonado el país desde entonces.

Lukashenko ha respondido a las sanciones de Estados Unidos contra el país por detenciones arbitrarias de manifestantes rechazando al embajador de Estados Unidos en Bielorrusia y exigiendo que Estados Unidos reduzca el personal de su embajada en Minsk.