“… para pensar en ti”, como dice la famosa canción del cantautor Armando Manzanero.
Sin embargo, lo que pudo ser un tema musical muy adecuado para el reciente San Valentín, resultó ser más bien, el presagio de una tormenta que nos dejaría en la penumbra del proceder irresponsable e inhumano que algunos tienen a la hora de tomar decisiones y resolver emergencias.
El caos provocado por los apagones que se presentaron a partir del 15 de febrero, ha afectado a aproximadamente 3.2 millones de usuarios en 26 estados del país, y en Ciudad Juárez lo vivimos en carne propia, soportando por lo menos, 9 grados bajo cero. Mientras tratábamos de entender el origen de este inesperado problema e intentábamos sobrellevar nuestras dinámicas cotidianas sin servicios básicos, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) señaló que las fallas en la energía eléctrica se debieron a las repercusiones en el suministro de gas natural que proviene desde el estado fronterizo de Texas y para variar, “ya saben quien” culpó al neoliberalismo.
Tal parece que el austero que vive en Palacio Nacional y al que le encanta referirse a eventos del pasado, presenta algunos problemas en la memoria o tiene una de tipo selectivo. Esto, debido a que recuerda solo aquello que le conviene y este caso por supuesto, no fue la excepción. Según sus propias declaraciones en julio de 2019: “No habrá problemas de falta de energía eléctrica, hay abasto suficiente y no va a haber apagones, todo esto lo digo para que no se manipule”. Asimismo en diciembre de 2020, aseguró que “los cortes de energía eléctrica no se volverán a repetir porque la CFE tiene técnicos de primera”.
En la oscuridad que cubrió a gran parte del país lo único que ha brillado son las excusas. Es hora de que el gobierno en turno se haga responsable de lo que dice y hace, pero sobre todo de lo que no hace. Tiene que dejar de hablar del pasado y ubicarse en el complejo presente. Ya basta de sobrevivir en un país de mucha propaganda y pocas soluciones, en donde los “representantes populares” defienden ideologías, pero no a su gente.
A pesar de todo lo que parece seguir impune en México, nos confirman que ya no hay corrupción y después de cuatro mega apagones en lo que va del sexenio nos dicen que no volverá a ocurrir, mientras nosotros seguimos prendiendo veladoras en casa y juntando agua en cubetas. Volviendo a la melodía del Maestro Manzanero… “¿Qué importa vivir de ilusiones si así soy feliz?”
Licenciada en Relaciones Internacionales por la UACH. Juarense, apasionada por el servicio público, la lectura y la oratoria.
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