En esta ocasión toca tratar sobre una de las áreas de la historia que es, la Historia Cultural.
La cual se estudia a partir de las representaciones, de los imaginarios y de cómo éstos condicionan las prácticas sociales que las producen. Así mismo, la circulación de los objetos que son productos de la cultura, por ejemplo, las novelas, tratados de filosofía, moda, pinturas, accesorios, calzado, en fin, todo lo que pueda usarse en la vida cotidiana. Lo que hoy usamos tiene un antecedente, un contexto y que si aún tiene vigencia, es probablemente a que las circunstancias que originaron dicho producto cultural, siguen activas o hay otras semejantes.
Las aportaciones de la historia cultural nos han permitido conocer cómo es que la experiencia, lo que viven la sociedades en distintos momentos; son captadas por representaciones simbólicas, formas para que los individuos aprendan y su realidad en grupo quede ordenada. Para poder descifrar las realidades sociales del pasado es necesario de construir dichos órdenes para entender por qué en determinada década se pensaba o actuaba de cierta forma.
Además, uno de los elementos más interesantes de la Historia Cultural es que no tiene un modelo único para el estudio de la cultura, tampoco responde a límites disciplinarios; es un área muy versátil y muy transdisciplinaria; que cuando aborda algún elemento de la cultura nos arroja un gran bagaje de la manifestación creacionista de los pueblos. Cada pieza de arte o poema escrito es el vestigio de lo que alguien en el pasado entendió del mundo o de lo que le rodeaba.
El haber quitado barreras disciplinarias fue un gran aporte de la historia, pues todo lo creado por el hombre, es manifestación de la realidad. Los teoremas, el álgebra, la química, la fusión nuclear, la historia, el teatro, en fin, todo es digno de historiarse, pero va implícito que tiene que haber un objetivo de por qué se va a historiar algo. Los estudios históricos son el resultado de la necesidad de incógnitas en el presente que han surgido porque nos hemos desviado de algo o porque no entendemos nuestra realidad.
En mi opinión la historia cultural ha sido la respuesta necesaria ante el agotamiento del marxismo como ideología, no como sistema. Pues vivimos en la época de la posmodernidad donde se agotaron los sistemas ideológicos; tenemos todo pero a la vez no hay nada en concreto. La filosofía perdió su rumbo y la historia tuvo que replantearse a sí mismo con las siguientes cuestiones ¿Qué es historia? O ¿Historia para qué?
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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