Hay familias en Ciudad Juárez que todavía duermen abrazando urnas llenas de tierra, creyendo que ahí descansan sus muertos. Ha pasado un mes desde el hallazgo del crematorio del horror. Un mes desde que descubrimos que el gobierno es incapaz de garantizar la dignidad, ni siquiera en la muerte.
Ha pasado un mes desde que Chihuahua descubrió uno de los capítulos más terribles de su historia reciente: el hallazgo de más de trescientos cuerpos abandonados en un crematorio de esta frontera. Un mes de silencio. Un mes de impunidad. Un mes de infierno para cientos de familias que aún no saben si sus muertos están entre los restos, si fueron profanados, si se les aventó como si fueran bolsas de basura.
Un mes sin saber qué cosa está en la urna en la que algún día pensaron que estaba su madre, su padre, una urna la que guardaron con cariño, con fe y que resultó no ser más que arena, más que escombro.
Un mes de indiferencia, de abandono, de cobardía, de un gobierno que no solo no dio respuestas, ni siquiera dio la cara.
Aquí, donde el crimen ya se volvió rutina, donde el dolor no interrumpe la agenda política, donde la muerte no conmueve al poder, a las víctimas se les desprecia, se les da la espalda. Y mientras los deudos claman por justicia, mientras algunas madres aún abrazan urnas llenas de tierra creyendo que son sus hijos, la autoridad continúa inmóvil, cobarde, negligente. Un mes sin justicia, un mes sin reparación, un mes sin verdad.
Esto no fue un accidente. Fue una cadena de omisiones, una red de complicidades, una muestra brutal del abandono que sufre la frontera.
Por eso, como legislador, como el primer servidor de los juarenses, estoy brindando acompañamiento jurídico integral y gratuito a las familias afectadas en Ciudad Juárez. No permitiremos que este crimen quede impune. Estamos luchando para lograr justicia, verdad y reparación del daño. Para que los responsables —tanto los dueños del crematorio como las autoridades omisas, negligentes y cobardes— paguen por lo que hicieron. Sin misericordia. Sin concesiones.
Juárez no está solo. Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, a nombre de cada cuerpo sin nombre, de cada madre que llora, de cada familia que merece la verdad. Porque callar sería traicionar a Ciudad Juárez, olvidar sería renunciar a la justicia.

Francisco Sánchez Villegas
Geoestratega, abogado humanista, defensor de la ilustración y político disruptivo.
Desde el cargo de Secretario del Ayuntamiento del Gobierno Independiente de Parral, ha impulsado una trascendental agenda de empoderamiento ciudadano. Fundador y Curador de Casa Ícaro, Think Tank concentrado en el futuro y la libertad.
Pensador neorenacentista propulsor de polímatas. Buscador de mentes virtuosas. Antifrágil.
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