La simulación puede definirse como la experimentación con un modelo que imita ciertos aspectos de la realidad. Esto permite trabajar en condiciones similares a las reales, pero con variables controladas y en un entorno que se asemeja al real, aunque sea creado o acondicionado artificialmente.
La simulación se refiere a las estrategias de apariencia, seducción y engaño, y a la sustitución de la realidad por una falsa realidad. Por lo tanto, la simulación potencializa la degradación de los valores, la transformación de instituciones y la demolición de estructuras. Un ejemplo de esto es cuando se simula la democracia, pero se trastocan los principios que la sustentan, su origen, su raíz. La forma es democrática, pero el fondo es impositivo.
La afirmación de que el proceso de selección del candidato de la oposición a través de la Alianza Va por México <PRI-PAN-PRD> es una simulación se basa principalmente en la complejidad de la fórmula para determinar al ganador. La urgente necesidad que demuestran para que sean externos, a través de un posible grupo de “notables”, quienes califiquen el proceso de selección del candidato, debido a la carencia de credibilidad que los tres partidos poseen, acompañados por la presencia de Claudio X González y sus agrupamientos simulados de la sociedad civil.
Cabe recordar que la cantidad de MEMBRETES de la supuesta sociedad civil de Claudio X González ha servido para maquillar la democracia y el apoyo ciudadano. Sin embargo, cuando la simulación que representan se cae, como por ejemplo cuando tuvieron que presentarse ante la SCJN para pedir la cancelación total del PLAN B electoral, solo había no más de 30 personas afuera de la SCJN, todas empleadas de Claudio X González.
Frente Cívico Nacional, Poder Ciudadano, Sí por México, Sociedad Civil México, UNE México y Unidos por México son los MEMBRETES proponentes del “amicus curiae” donde supuestamente se respaldaban con 350,000 firmas, firmas que absolutamente nadie validó, siendo esto una burda simulación.
Ahora son los mismos MEMBRETES quienes propondrán a los que integrarán el Comité Electoral Ciudadano (6), que conformarán parte del grupo de “notables” que sancionará todo el proceso de selección del candidato del PRI-PAN-PRD para la elección presidencial de 2024. A ellos se sumarán otros 5 participantes designados por los partidos de la Alianza Va por México, dando un total de 11 integrantes en el CEC.
El académico Sergio Aguayo denunció, tras su renuncia a ser parte del Comité Electoral Ciudadano de la Alianza, argumentando que “Los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) cambiaron las reglas y contaminaron el proceso de selección, supuestamente ciudadanizado, para elegir a un candidato presidencial para 2024”. Sergio Aguayo descubrió la simulación del proceso y la urgente necesidad que tienen Claudio X González y
los partidos de la Alianza Va por México de que su proceso tenga un blindaje democrático a través de las personalidades invitadas.
Sergio Aguayo agregó: “Este sábado fuimos informados de que estábamos invitados a ser parte de un grupo de observadores de un proceso cerrado controlado por los partidos. Como los términos son inaceptables y difieren de los originales, les informé de mi retiro de la iniciativa. No fui el único”.
Asimismo, Julio Astillero informó en Twitter que, hasta el 25 de junio, 5 de los 11 “notables” que conforman el Comité Electoral Ciudadano de la Alianza Va por México ya habían renunciado.
Una vez que se conocieron las reglas y el formato definitivo para la selección del candidato presidencial opositor, dos participantes, Germán Martínez y Mauricio Vila, se bajaron de la contienda.
Queda evidenciado que el proceso de selección del candidato opositor es una simulación para posicionar a un personaje que intentan cubrir con un velo de democracia. Sin embargo, las reglas impuestas limitan la posibilidad de un candidato verdaderamente ciudadano, además de imponer requisitos onerosos para los ciudadanos. Todos los filtros del proceso de selección de la alianza opositora tienen destinatarios con nombre y apellido, por eso se están retirando invitados y posibles aspirantes del proceso.
Todo el proceso de selección y todos los liderazgos de la oposición participan en actos de simulación, donde emiten declaraciones de voluntad que difieren de la realidad, la verdad y los acuerdos. Esto es un grueso maquillaje para aparentar una acción que debería ser real y verdadera. Simulan para encubrir una intención no democrática como si fuera realmente democrática.
La poca credibilidad de los liderazgos opositores no les permite abrirse a un proceso democrático interno que les lleve a designar candidatos abierta y democráticamente, ya que esto pondría en riesgo su supervivencia política personal.
Los liderazgos políticos de los partidos opositores PRI-PAN-PRD no solo se juegan su supervivencia personal, sino también la de sus partidos. El caso del PRI en Hidalgo y Sinaloa dará origen a una nueva fuerza política nacional que se encuentra en incubadora. Y la desbandada continúa.
En el PAN, algunos de los más connotados herederos de los fundadores del partido han cuestionado a su dirigencia nacional en su consejo político por haber cambiado el acuerdo en la Alianza respecto a la designación del candidato presidencial. Se acordó que el PAN designaría al candidato presidencial y el PRI a los candidatos a las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México. Sin embargo, ahora Claudio X González toma la batuta en la designación de los candidatos, incluido el presidencial, al ser el principal proveedor de recursos económicos necesarios para el proceso. Un perdedor administrará la derrota opositora en 2024.
Por eso no pueden ser democráticos y simularán un proceso democrático buscando engañar y dar la imagen de ser democráticos en la imposición del candidato de la cúpula empresarial.
Los liderazgos de los partidos han quedado totalmente rezagados en la designación del candidato presidencial. Han cedido a la voluntad y los caprichos de un personaje que los ha llevado, durante los últimos 5 años, a perder el 73% de la gobernabilidad del territorio nacional.
La simulación traerá serias consecuencias internas para la Alianza opositora, ya que las bases están simulando estar con ellos, pero en realidad se está gestando una rebelión de las bases. En el PRI, ya se ha dado el primer aviso.
Está naciendo una nueva fuerza política nacional. La desbandada no es solo para ver qué pasa, sino porque algo va a suceder.
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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