Al momento de comenzar a escribir estas líneas —claro, bebiendo café— y mientras decidía qué tema abordar en mi artículo semanal, comenzó la mañanera del pueblo de nuestra PresidentA. En ella, entre otros temas, se anunció el incremento al salario mínimo para 2026. Y pues, como economista que soy, me ganó la idea de compartir con mis siempre amables lectores algunas reflexiones al respecto.
La primera reflexión que me vino a la mente al escuchar el nuevo monto del salario mínimo fue que, en realidad, sí le va bien a la gente con la 4T, y que tenemos mucho que celebrar el sábado 6 de diciembre en el Zócalo. Por cierto, si me ven, salúdenme.
Pero bueno, ya fuera de filias o fobias políticas, comparto algunos datos que ilustran mis dichos y que, desde luego, podemos revisar. Porque, al final, los números no tienen color…
Comienzo diciendo que el salario mínimo vigente a partir del 1º de enero de 2026 será de 315.04 pesos para la zona del Salario Mínimo General (SMG). En 2025, el monto es de 278.80 pesos, por lo que el incremento será del 13%, es decir, 36.24 pesos diarios. Les pido tener presente esa cifra para una comparación más adelante. Para la Zona Libre de la Frontera Norte, el monto pasará de 419.88 pesos a 440.87 pesos, un aumento del 5%.
Ahora bien, aunque las comparaciones suelen ser odiosas, en este caso creo que son útiles. Volvamos a los datos, a los números. En 2010, cuando gobernaba Felipe Calderón, el SMG era de 107.55 pesos. Para el año siguiente, 2011, el salario fue de 107.85 pesos. Sí, leyeron bien: ¡subió 30 centavos diarios! Ni para un chicle… Nada que ver con los 36.24 pesos diarios que les mencioné, logrados por la PresidentA para 2026.
Con Peña Nieto la situación fue muy similar. En 2015, el salario mínimo fue de 113.76 pesos; para 2016, se fijó en 114.68 pesos, es decir, 92 centavos diarios. Menos de un peso al día. A todas luces —y por más que algunos quieran justificarlo—, no se puede: era imposible para los trabajadores y trabajadoras tener en aquellos años una vida digna y con bienestar. Nada que ver con los 36.24 pesos diarios que se alcanzaron ahora.
En 2018 llegó la transformación a México con el presidente López Obrador, quien encontró el SMG en 123.94 pesos diarios. Y en 2024, al dejar su gobierno —como se comprometió—, el salario ya era el doble: 260.75 pesos diarios. Se los dije: estaríamos mejor con López Obrador.
Pues sí, cambió la situación de muchas y muchos mexicanos. Otra comparación: de 2010 a 2018, el salario mínimo aumentó 15%. De 2018 a 2026, aumentará 154%. O lo que es lo mismo, en promedio, desde 2018 ha crecido 27.5% en términos reales, lo cual explica que 6.6 millones de personas hayan salido de la pobreza, gracias —exclusivamente— a los incrementos del salario mínimo. Y eso, aquí y en China, se debe celebrar.
Así que todas y todos: a celebrar los siete años de la Cuarta Transformación. ¡Ahí nos vemos!
P.D. Hoy también se habló de la reducción de la jornada laboral a 40 horas. Ya hablaremos de eso…
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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