Mi estimado lector, me gustaría invitarte a que hiciéramos un experimento mental que consiste en evaluar qué tan factible sería que la delincuencia organizada manejara México.
De entrada, la sola posibilidad es estremecedora, pero vamos jugando con las ideas.
Tenemos un vocero de estado mentiroso, los que evalúan sus discursos diarios calculan que en promedio cuenta 5 mentiras diarias, ante datos evidentes, sólidos y del mismo estado con una frescura inaudita los desacredita diciendo “tengo mis propios datos” que nunca muestra, es tal su cinismo que como la chimoltrufia hoy puede decir algo sobre un tema y mañana dice lo contrario con una gran desvergüenza, porque sabe que sus enamorados todo le creen y nadie tiene el poder de callarlo.
Si usted es retrasado mental o enamorado del peje le recomiendo que no siga leyendo.
Regresemos a nuestro ejercicio mental de deducción, ¿Cómo podríamos saber que es la delincuencia organizada la que está en el control del país? El primer parámetro a revisar sería la impunidad y nos preguntaríamos ¿Se está castigando al crimen organizado? Usted contéstese a sí mismo, la segunda pregunta ¿se está persiguiendo en realidad a la delincuencia? Revise los parámetros que miden la delincuencia y concluya.
¿Les deben los políticos favores a los delincuentes? Si usted ha estado cerca de algún político en campaña sabe el costo elevadísimo que tiene una campaña, algunos han quebrado después de perder una campaña de tres meses, imagine usted el costo de una campaña de 18 años por alguien que no ha generado un centavo en su vida. ¿Quién la puede mantener?
Solamente aquellos que tienen mucho dinero disponible y una gran necesidad de apoyo político como la delincuencia organizada.
Los sucesos ocurridos en Culiacán es un buen ejemplo para probar teorías.
1.- Hay una orden de extradición y se lanzan a la captura del chapito, el presidente dice que no sabía de esa operación.
2.- La banda del chapito se lanza a rescatar a su jefe disparando contra los soldados y al aire para aterrorizar a la población, ojo, no tiraron contra la población, hubieran hecho una masacre sin precedentes y no son tontos estos tipos, la población enardecida los hubiera hecho pedazos porque sabe quiénes son.
3.- Después de las primeras horas de disparos entre delincuentes y soldados, la población ya estaba resguardada en tiendas negocios, lo mismo la familia de los soldados, que por cierto la mayor parte de estas familias no viven en Culiacán.
4.-Después de varias horas el presidente ordena la liberación del delincuente rindiéndose a las exigencias de los delincuentes.
El mentiroso de palacio afirma que lo liberó para salvar las vidas de la población y sus hordas de adoradores le aplauden con frenesí, ¿Qué vidas salvó? En el momento que dio la orden la población ya estaba resguardada y la probabilidad de que cumplieran sus amenazas eran muy bajas, cualquiera que sepa algo de luchas armadas sabe que ir contra personas atrincheradas es una locura.
¿Eran más los delincuentes que los soldados? SI hubieran querido ganar la batalla tienen los aviones que tanto presumen en los desfiles para haber movido los soldados de todo el país y reducirlos a nada, la mayor parte de estos delincuentes no saben manejar bien las armas y frecuentemente andan drogados, los hubieran reducido fácilmente.
Luego la pregunta es ¿Cuál es la verdad detrás de la liberación? Circulan varias versiones que tienen más probabilidad de ser ciertas que las explicaciones del mentiroso de palacio.
Una de ellas es una carta que le acreditan al chapito donde dice que le llamó al presidente y le dijo: que si no lo liberaban publicaría en redes fotografías y videos de cuando le entregaron millones de dólares a sus hijos para la campaña.
También circula una carta de un soldado diciendo que cuando se liberó al chapito la situación ya estaba controlada.
Durante los últimos años la prensa nos ha mostrado policías corruptos, la “Tuta” fue un diputado que en su otra chamba era líder de una banda delincuencial, tenemos una senadora secuestradora, presidentes municipales y gobernadores en prisión por delincuencia organizada, ¿Estaremos ante un presidente al servicio de la delincuencia organizada?
Ante la falta de credibilidad de los voceros oficiales, se valen las elucubraciones, si con los impuestos que nos quitan se pagan a estos políticos y sus desmanes, lo mínimo que podemos hacer es reflexionar más allá de las versiones oficiales y prevenirnos de lo que nos espera.
Si un presidente basa su lucha contra la delincuencia diciéndoles a los delincuentes ¡fuchi! ¡guácala! Y los amenaza con acusarlos con sus abuelitas, además de ordenarles a sus soldados que no se defiendan y libera a los presos o es un imbécil o es su cómplice.
Ingeniero de profesión y aficionado a la ciencia y filosofía. Intelectual de nuestro tiempo que compagina conocimiento científico y humanista. Domina las ciencias exactas y armoniza con las ciencias sociales.
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