En estas últimas semanas he hablado con varios amigos, conocidos y pequeños empresarios que me buscan para desahogarse y, sobre todo, para entender qué está pasando. Muchos coinciden en una frase :
“Nora, ya no se trata de crecer… se trata de que nos alcance.”
Y esa frase tan sencilla y tan dolorosamente real retrata mejor que cualquier discurso la situación fiscal que atraviesan las PYMES en la frontera.
Porque mientras vemos anuncios de inversiones millonarias, nuevas plantas maquiladoras y cifras que hablan de un “polo de crecimiento”, en la esquina de mi colonia están las historias que pocas veces salen en las estadísticas: negocios que operan con márgenes del 3 al 7%, emprendedores que deben elegir entre pagar impuestos o renovar maquinaria, y pequeñas empresas que enfrentan costos operativos que crecen más rápido que sus ventas.
Solo para dimensionar:
En Ciudad Juárez, más del 95% de las unidades económicas son micro, pequeñas o medianas empresas, según cifras del INEGI.
Muchas de ellas no utilizan los estímulos fiscales de zona fronteriza porque los requisitos son complejos, o porque la “tasa reducida” no se refleja realmente en su operación diaria.
Representantes empresariales han señalado que los cambios constantes en reglas fiscales generan incertidumbre y aumentan los costos de cumplimiento.
Todo esto sucede mientras la frontera sostiene gran parte del dinamismo económico del país. Entre 2024 y 2025, la región aportó cifras récord en exportaciones y empleo, pero las PYMES las que ponen la cara todos los días al mercado local siguen esperando que estos beneficios les lleguen.
Y es aquí donde mis amigos me dicen lo que nadie quiere admitir:
El sistema fiscal parece hecho para empresas con departamentos completos de contabilidad y asesoría legal, no para negocios con tres empleados que hacen de todo, desde la compra hasta la limpieza.
Se habla de estímulos, sí… pero muchos no los pueden usar.
Se habla de desarrollo, también… pero no todos lo sienten.
Se habla de crecimiento… pero la pregunta real es: ¿para quién?
Aun así, quiero cerrar con un poco de esperanza.
Esta semana, durante la instalación de la mesa de trabajo para revisar el régimen fiscal fronterizo, varios legisladores juarenses reconocieron la necesidad de actualizar y simplificar las reglas. Y yo espero de verdad esperoque quienes estuvieron ahí hayan hecho su tarea, que hayan escuchado a quienes todos los días luchan por sostener un negocio y que tengan claro qué debe plantearse para una frontera que no puede seguir funcionando con un marco fiscal que ignora la realidad de sus PYMES.
Porque al final, mis amigos no piden privilegios.
No buscan hacerse ricos.
Solo quieren lo justo:
que les alcance.

Nora Sevilla
Comunicadora y periodista experimentada, actualmente Jefa de Comunicación en Cd. Juárez del Instituto Estatal Electoral y Tesorera en la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez. Experta en marketing político y estrategias de relaciones públicas, con sólida carrera en medios de comunicación.


