En México, ejercer el periodismo se ha convertido en una actividad de alto riesgo. No es una metáfora ni una exageración: los datos lo confirman y los testimonios lo gritan. Solo en 2023, se documentaron más de 560 agresiones contra periodistas, cinco de ellas letales. En muchos casos, la amenaza proviene no solo del crimen organizado o de actores políticos locales, sino también del uso ilegítimo del poder por parte de autoridades que deberían garantizar la libertad de expresión.
Si bien existen mecanismos de protección institucional, como el operado por la Secretaría de Gobernación, la realidad es que sus alcances han sido limitados. La mayoría de las solicitudes de protección no se atienden de manera oportuna o efectiva, y el temor continúa creciendo en las redacciones y coberturas. La impunidad sigue siendo la norma: muy pocas agresiones llegan a ser investigadas, menos aún sancionadas.
Frente a este panorama, es urgente un cambio de paradigma. La protección a periodistas no puede depender exclusivamente del Estado, cuyas fallas estructurales lo hacen, muchas veces, parte del problema. Se requiere un trabajo conjunto: sociedad civil, organismos defensores de derechos humanos, colectivos de periodistas, universidades, medios de comunicación y asociaciones internacionales deben fortalecer redes de protección, apoyo legal, capacitación en seguridad digital y acompañamiento psicológico.
No se trata solo de proteger vidas —que ya sería razón suficiente—, sino de proteger el derecho de la sociedad a estar informada. Cuando se silencia a una periodista, cuando se acalla a un reportero, perdemos todos.
Hoy más que nunca, es imprescindible que los periodistas caminen unidos, más allá de líneas editoriales o credos ideológicos. Que los gremios se fortalezcan entre sí, que los medios se reconozcan como aliados en la defensa de la verdad y que las organizaciones sumen esfuerzos con humildad y estrategia. Porque solo en unidad se podrá resistir la violencia, alzar la voz con más fuerza y defender el derecho a informar y ser informados.

Nora Sevilla
Comunicadora y periodista experimentada, actualmente Jefa de Comunicación en Cd. Juárez del Instituto Estatal Electoral y Tesorera en la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez. Experta en marketing político y estrategias de relaciones públicas, con sólida carrera en medios de comunicación.