Hace unas semanas intercambiaba mensajes con un ex alumno de preparatoria, Alan Arciniegas es su nombre. Charlábamos sobre los problemas actuales cuya discusión comenzó cuando abordamos los temas de la Guerra Fría, la Disolución de la Unión Soviética y la Globalización en el aula. Me compartió entonces un breve ensayo que está conectado con un fenómeno ocurrido el pasado 30 de enero de este año, el Foro Económico Mundial Davos.
Pero comencemos con las ideas que me expresó para explicar dicho fenómeno:
El renacimiento nos trajo la razón, hicimos a un lado el pensamiento mágico y nos quedamos con todo lo que pudiera ser replicado en experimentos o pasara por el método científico, un gran salto para explicarnos el mundo de una manera diferente.
Pero entonces, si ya tuvimos el renacimiento ¿Por qué este escrito? Pues la verdad es que puedo vislumbrar un regreso al pensamiento mágico, y tú me puedes decir “Nah pero yo no creo en Dios” pero el pensamiento mágico no necesariamente tiene que estar vinculada a la religión, el ejemplo más claro de esto son las supersticiones, como los gatos negros, el numero 13 (ahórrate tu chiste), los paraguas en la casa, etc…
Pero adentrándonos más están creencias tan antiguas pero que están volviendo con fuerza, como el horóscopo o el tarot, y ustedes me podrían decir “ay güey, pero es mame obvio” pero luego vemos a un chingo de gente compartiendo un ranking top semanal de cual signo es mejor de una tal Esperanza García para decir y sentirse especiales, lo malo viene cuando realmente hay gente que cree que el mes en el que naciste define tu personalidad y cartas pueden adivinar tu futuro, pero podemos ir más profundo todavía.
El ensayo de Alan gira en torno a cómo es que está volviendo “el pensamiento mágico” en la gente, pues por mágico entiéndase la superstición y el condicionamiento conductual que esto ejerce en las personas, casi equiparable al ideario del vulgo en la Edad Media. Estos inicios de paranoia colectiva se deben a la incertidumbre que han generado el mercado mundial y el uso de los hidrocarburos; ya que esto ha provocado una inflación post pandemia y nadie quiere arriesgarse a malgastar el poco recurso que posee.
Personas que te venden un curso para “ser un emprendedor y volverte tu propio jefe con dos sencillas apps”, sin ningún sustento real o verídico y con la simple creencia de que te pueden ayudar sin conocer siquiera tu situación socioeconómica, personas que te venden productos milagrosos, personas que luchan entre sí por ideas políticas, solo porque creen que con tal o cual presidente estaríamos mejor, personas que no quieren que se de educación sexual porque creen que les arruinara la mente a los jóvenes, y si todavía no te convences, incluso hoy en día existen personas que matan porque creen que su religión es la mejor o porque creen que su raza es superior, incluso por su equipo de futbol.
Creo que en creer está el problema (que irónico ¿no? Aguanten ahí va mi argumentación), creer no está mal, no estoy peleado con la fe (la fe en su sentido puro, no religioso) siempre que funcione como un impulso para llegar a la verdad, tener esperanza vaya, necesitamos esperanza para movernos, si no siempre nos quedaríamos quietos, sin embargo un exceso de fe nos lleva a mentiras y a la no acción, la no acción es igual a no cambios y las mentiras son igual a ignorancia, y quienes se aprovechan de esta ignorancia los lleva a tener control, dominio y riquezas, todo a base del abuso, y en esta página como buenos anarquistas ( o por lo menos yo, no quiero encasillar a Marifer en mi ideología) estamos en contra de todo esto, así que… ¡Menos pensamiento mágico y más espiritualidad!
En esta segunda parte del ensayo se aborda la cuestión de lo fácil o la ley del mínimo esfuerzo ya que en las redes sociales se hacen virales algunos influencers de cómo generar tu propio ingreso en unos pasos o como invertir en la bolsa de valores con unas aplicaciones. Por supuesto que una persona desesperada porque apenas puede llegar a fin de mes, cree en estas tendencias. Así mismo ocurre con los políticos que tienden a dar soluciones fáciles a problemas difíciles y la gente comienza a ver en ellos un mesías. Pero la fe en estos personajes crece cuando una vez que llegan al poder comienzan a cumplir sus discursos. Esto sucedió con Adolf Hitler, Trump y López Obrador, entonces el común de la clase media deja de cuestionar el quehacer del gobierno porque creen que todo va a mejorar.
¿Y qué es la espiritualidad? Suena a religión lo sé pero al igual que el pensamiento mágico se puede desprender totalmente de ella, la espiritualidad es como tu entiendes al mundo, al universo y a tu condición humana, buscar un significado a las cosas, pero no a través de una religión o rituales santos, sino porque tú se lo diste, es un redescubrimiento de sí mismo, hacernos y rehacernos a medida que vayamos viviendo, es básicamente de construirte, y la tarea de deconstruirnos nunca acaba, es una tarea para siempre, porque siempre podemos cuestionarnos todo porque la verdad absoluta no existe, y tener conciencia de esto nos libra de cualquier ignorancia y de cualquier opresión,
-Alan Arciniega Terrón
Con esta última parte del ensayo de Alan, nos recuerda que como sociedad después de la cuarentena de dos años, se nos durmió el espíritu entendido en término filosófico, no religioso. Es decir, esa capacidad de raciocinio, de cuestionar, develar, crear, comunicarse, autoconocimiento y consciencia; lo que debe entenderse como darse cuenta de las cosas, de lo real. La capacidad de hacer concreto lo abstracto y lo concreto en abstracto. Además, el espíritu es algo que nunca acaba de construirse, está en movimiento siempre y cuando la persona quiera cultivarse.
En definitiva, la crisis derivada del año 2020 ha generado miedo e histeria entre la población joven y económicamente activa. Por ello es que en el foro Davos se abordó en como los bancos centrales pudieran intervenir para reducir la inflación y generar más confianza. La pandemia agudizó los problemas que ya se veían venir del mercado global en cuanto al combustible, las divisas, economías conectadas en diversas partes del mundo y como la globalización ya caducó. El 30 de enero se planteó comenzar con el proceso de la des globalización, generar mercados regionales y volver a fortalecer los Estados-Nación. Pero para ello necesitamos más espíritu y menos creencia.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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