Hace unas semanas se tocó el tema del proyecto de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) en la materia de Historia. En el programa de estudio que se propone la enseñanza de la historia entra en la Fase 6 que es Educación Secundaria en 1ero, 2do y 3er año, en el campo formativo de Ética, Naturaleza y Sociedad. Además, otro cambio que se propone es quitar las planeaciones y que los profesores hagan Diseños Estratégicos ¿A qué nos lleva esto? Primero debemos recordar que las planeaciones didácticas es el plan de trabajo que contempla los elementos que intervendrán en las estrategias de aprendizaje, organizándolas de manera que faciliten el desarrollo de capacidades meta cognitivas, adquisición de competencias y modificación de actitudes en el tiempo disponible durante el curso.
Como toda definición teórica, se lee excelente pero la labor de enseñanza pone a prueba la funcionalidad de la planeación y no, no funciona. Hasta el momento no conozco algún profesor que pueda llevar a cabo su planeación tal cual. Primero porque se pone contra reloj el enseñar un tema bajo ciertos esquemas didácticos a más de 30 alumnos los cuales se pretende unificarlos en los mismos criterios. Por otra parte, parece que lo primero que se olvida cuando se le exige a un profesor el llevar al pie de la letra los objetivos de una planeación que pensaron unos burócratas alejados de las aulas, es que se está trabajando con jóvenes en formación, con Humanos y toda la complejidad que esto implica. Por lo tanto, la planeación se volvió un albur, una simulación, un requisito burocrático gris que solo resta tiempo a los profesores que bien podrían utilizar en continuar profesionalizándose para dar una enseñanza de calidad.
Cuando la NEM propone cambiar la planeación por un Diseño Estratégico el cual aún está en proceso, podría ser un cambio significativo si se le da la libertad a los profesores de crear sus propios métodos de enseñanza y recursos, lo que sería volver a las libres cátedras pero la NEM tiene una agenda política que cumplir la cual, parece tener más peso que el aprovechamiento académico. Por ejemplo se le está dando mucho peso en Historia analizar las situaciones y problemáticas que enfrentan las mujeres y la comunidad LGBTTTIQ con base en la perspectiva de género; porque se espera que los alumnos entiendan la diversidad, la interculturalidad, Derechos Humanos y Responsabilidad de la Naturaleza.
De allí que el reto para el profesor, en lo sucesivo Líder Comunitario, es que les enseñe a los alumnos lo que es el ejercicio de la ciudadanía responsable, crítica y solidaria. Por supuesto que nuestro país necesita que hagamos estos cambios, sin embargo; ¿cómo vamos a enseñar a hacer ejercicios de ciudadanía responsable de interculturalidad y perspectiva de género, si los primeros en atacar todo eso son las instituciones gubernamentales? ¿Qué hacen las altas esferas del gobierno para apoyar en esta causa? ¿Cómo vamos a explicar esta realidad tan caótica a los alumnos si este proyecto educativo no deja saber si habrá libertad de cátedra?
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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