Estamos a nueve meses de la elección del primero de julio de 2018, mucho se decide ese día, el país puede cambiar de rumbo y de régimen o seguir en la corrupción y estancamiento actual, ojalá sea lo primero. Ya falta poco.
Seguramente sobre esto se discutirá y escribirá una buena cantidad de cosas, quiero aportar mi granito de arena e intentar dar mi opinión sobre el proceso electoral que se avecina, pero centrando el análisis en los jóvenes, esa generación ahora conocida como los millennials, generación “Peter Pan”, individualistas, apolíticos, ninis, ya que estos jóvenes podrían ser los impulsores de la transformación que urge en México.
Ya nos enseñaron que pueden, ya vimos como los millennials despertaron como consecuencia de los sismos del 7 y 19 de septiembre y salieron espontáneamente a la calle a remover solidariamente escombros y a rescatar a personas que no conocían.
Sin embargo debemos de hacernos algunas preguntas, ¿Saldrán a votar? ¿Por quién votaran? ¿Cuál es la fuerza electoral que tienen? No tengo respuesta para las dos primeras preguntas pero si para la tercera y debo decir que tienen los jóvenes una gran fuerza electoral, tanta, que uno de cada tres votos que se depositaran en las urnas será de un joven. Veamos algunos datos.
De acuerdo al último corte del padrón electoral del día 29 de septiembre de 2017, a nivel nacional, de un total de 88.3 millones de ciudadanos inscritos, 25.9 millones de los mismos son jóvenes de entre 18 y 30 años de edad, es decir el 29.3% del total y además, de esos jóvenes, 3.8 millones tienen apenas 18 y 19 años, o sea nunca han votado por un presidente de la Republica, o incluso nunca han participado en elección alguna, eso significa 4.3% de los votos posibles, eso puede decidir quién gana, pero además no debemos olvidar que según INEGI, en marzo de 2016 se tenían registradas 6.4 millones de personas de entre 15 y 17 años, y por tanto posibles electores que tienen hasta el 31 de enero de 2018 para solicitar su inscripción al padrón electoral y votar por primera vez en su vida. Y cambiar México!
Ahora bien en el estado de Chihuahua los datos son similares, de un total de 2.7 millones empadronados, 28.8% de los mismos, (781,901) tienen entre 18 y 30 años, y de esos, 124 mil tienen 18 y 19 años lo que implica un 4.6% del total. Desde luego que falta considerar también a los miles de jóvenes que aún no solicitan su inscripción al padrón.
Aquí vale la pena detenerse un poco a analizar el caso de Juárez ya que en nuestro municipio, con 1.2 millones de posibles votantes se concentra el 43.5% del padrón electoral lo que implica que los partidos políticos pondrán especial énfasis en la campaña aquí y sobre todo si consideramos que en el padrón electoral municipal tenemos 346 mil jóvenes, el 44.1% del total de jóvenes del estado, de los cuales 57,541 nunca han votado. En otras palabras, en Juárez vive casi la mitad de los jóvenes chihuahuenses que van a elegir quien los represente por primera ocasión, y vaya que pueden definir el resultado final, baste recordar que en el 2012, en Juárez, con respecto al presidente de la Republica, la diferencia entre el primer lugar y el segundo fue de 57 mil votos.
Queda claro que la importancia del voto joven es contundente, pero también queda claro que los jóvenes tienen mucho que aportar y estamos obligados a escucharlos, ya es hora de considerarlos en el diseño de la sociedad.
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