El auge de la subcontratación laboral en México data de los años 80´s y algunos opinan que mucho antes, como quiera que sea, éste régimen tiene como finalidad que los patrones no tengan obligación alguna respecto de los derechos de sus trabajadores, por ejemplo: pago de vacaciones, prima vacacional, aguinaldo, el salario así como alta y permanencia ante el Instituto Mexicano del Seguro Social y otras dependencias.
La reforma laboral que data en noviembre de 2012 dio fin a las organizaciones que son denominadas outsourcing o subcontratadoras dado que los obreros al servir a otra empresa que es realmente la patronal estos tienen las mismas responsabilidades y en un inicio se vendió la idea que aquellas ya no tendrían razón de existir y muchas quebraron dejando a los trabajadores sin acceso a indemnización y con problemas de reconocimiento de antigüedad a los patrones.
Una vez que se dieron a conocer los criterios de las autoridades del trabajo respecto a los trabajadores “eventuales” resurge a los empresarios confianza y vuelven a la relación de “prestación de servicios de personal” entre ellas bajo ese concepto, esto no debiera disminuir ninguna prestación legal pero en la realidad los asalariados no perciben utilidades, generalmente los salarios son declarados al IMSS por debajo de lo que realmente perciben ni existen las condiciones de integrar un sindicato que los proteja en caso de superar 20 empleados o más.
Lo expuesto recobra interés público de acuerdo a un artículo publicado en El Diario en la sección de economía Cinthya Ávila intitula “Repunta aquí la subcontratación” da a conocer datos duros del INEGI en el sentido de que existe registro para los años 2013 con 35,471 trabajadores eventuales y lo que va de 2015 son 31,818 personas, es decir, con tan solo 3,653 empleos estarían empatadas las cifras con el máximo histórico que ha registrado el IMSS.
Este horizonte rompe el paradigma creado para inicios de la reforma en el sentido que las outsourcing desaparecerían por incosteables a pesar de que muchas cerraron.
Si hemos de respetar la ley las autoridades laborales deberían realizar inspecciones profundas que permitan determinar la presunta evasión de responsabilidades del verdadero patrón y en caso de ser así invitarlos a que se regularicen y conozcan a fondo los beneficios y perjuicios que tienen después de la reforma laboral. Pues en mi concepto las outsourcing poco abonan a la seguridad laboral y fiscal que el cliente-patrón busca y más aún en caso de demandas laborales instruidas por abogados especialistas los empresarios estarán en un serio problema de pago indemnizatorio.
Norberto López Garza es abogado litigante en derecho laboral y cátedratico de la Universidad Cultural e Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez. Multi-galardonado por su desempeño profesional, recibiendo entre estos la Columna de Plata 2011 al Mérito Periodístico otorgada por la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez.
