Entiéndase como “chayoteros” a grupo de personajes dedicados al periodismo, protegidos por políticos y empresarios de élite, pero todos unidos por las dádivas y concesiones provenientes del poder, provenientes de presupuesto federal y de los estados, identificados en su origen como RECURSOS PÚBLICOS.
La fuerza económica y política que otorga el poder al obtener RECURSOS PÚBLICOS y concesiones para su beneficio, más la telaraña de complicidades que los une, los obliga a actuar en consecuencia en una misma línea y un mismo objetivo, la pluma y el medio son el instrumento del frente de la ofensiva siempre, la línea de la denostación.
Les platico que desde mediados del sexenio de Enrique Peña Nieto estaba el estira y afloje sobre la nominación del candidato a la presidencia de la república, por supuesto el presidente traía su candidato y la élite empresarial traía el suyo, no empataban los candidatos, no había sinergia ni empatía con la posible decisión presidencial sobre el futuro candidato a la presidencia de la República para competir en el 2018.
La élite empresarial traía su candidato amarrado con el PAN, el PRI estaba amarrado con el candidato del presidente, pero había división interna por ello.
La élite empresarial y los políticos sumisos a ellos comenzaron a buscar señalamientos duros que desgastaran el poder del presidente Peña Nieto pero no era suficiente, necesitaron echar mano de las plumas y los medios comprometidos y corruptibles.
Fue cuando sumaron a los periodistas afines y comprometidos con ellos para desatar una velada y soterrada campaña de desprestigio para EPN, el objetivo era doblarlo para así poder tener la fuerza ante un presidente caído para poder imponer su voluntad sobre el candidato, recordemos a Loret, a Ciro, a Brozo, a Mexicanos contra la Corrupción de Claudio X González como señalaban situaciones, hechos y actos que al señalarlos afectaban la imagen presidencial, esa misma imagen que les proveía riqueza con RECURSOS PÚBLICOS.
Para nadie le es difícil recordar que el presidente Peña Nieto llegó al final de su sexenio sumamente desgastado ante la opinión de los mexicanos, un presidente que a los empresarios de élite les había dado todo, un presidente que a los políticos de casa les había dado todo, un presidente que nunca dejo sin RECURSOS PÚBLICOS a las plumas y a los medios más importantes del momento en el país y, todos ellos, se fueron sobre el presidente Peña Nieto para lograr doblegarlo en su decisión sobre el candidato… Peña Nieto nunca se dobló y no cedió jamás en retirar a su candidato como se lo exigían para competir con uno solo, el del PAN, hoy prófugo de la justicia federal.
Por el lado de los opositores de aquel momento nuestro presidente hoy representaba una fuerza política que les indicaba que la derecha mexicana y conservadores junto con la élite empresarial tenían que unir fuerzas para poder tan siquiera igualar resultados y así poder maniobrar con facilidad para volver a consumar otro fraude electoral, el Instituto Electoral estaba a su servicio, lo podían hacer con suma facilidad y volver a derrotar a Andrés Manuel López Obrador.
Enrique Peña Nieto jamás dio a torcer su brazo ni comprometió su dignidad ante tan perversa traición del grupo “del chayote”, les anticipó con claridad que el presidente de la república NO METERIA las manos en la elección, y como fue, no lo hizo.
Al no hacerlo el presidente Peña Nieto dejó que las fuerzas políticas corrieran en un juego democrático con los resultados que todos conocemos, la aplastante victoria del candidato opositor postulado por Morena en el 2018.
Entre el presidente Peña Nieto y el candidato presidencial de Morena hubo mensajes cifrados y contundentes, uno prometió no meter las manos en la elección y el otro prometió el reconocimiento de ello y las consecuencias de esa actitud democrática, actitud obligada ante el encono por la traición de los que él había beneficiado con RECURSOS PÚBLICOS y concesiones en abundancia.
El grupo de “chayoteros” fue muy duro con alguien que les había dado muchos RECURSOS PÚBLICOS y concesiones por diferentes vías y el agradecimiento de estos periodistas chayoteros fue la traición, le mordieron la mano al presidente que les dio de comer y les llenó los bolsillos de RECURSOS PÚBLICOS.
Solo es cuestión de que usted haga memoria y encontrará todos los argumentos necesarios para darle la razón a esta columna.
Al 30 de noviembre, el último día oficial de trabajo del presidente Enrique Peña Nieto, “el panorama es que deja como legado una de las peores crisis de derechos humanos en todo el hemisferio. Un legado compartido y fruto de un cúmulo de fracasos y malas decisiones de su gobierno y de los que lo antecedieron”… decían los medios más importantes del país ya como respuesta al resultado adverso que tuvieron y a la promesa cumplida de no meter las manos en la elección presidencial.
“Cuando Peña Nieto tomó posesión hace seis años, México ya estaba sumido en una grave crisis de violencia, con miles de personas atrapadas entre el fuego cruzado de una llamada “guerra” contra el narcotráfico”.
“Durante su campaña electoral, Peña Nieto prometió atender la crisis con estrategias diferentes; ahora, queda claro que esas promesas solo fueron retórica. En vez de cambiar las estrategias, reforzó la militarización, creando un campo fértil para la comisión de gravísimas violaciones a los derechos humanos”… así se expresaban el último día de gobierno de EPN.
A esos niveles de desgaste y de evolución no se llega sino con la firme participación de los periodistas y los medios, esos mismos a los que les dio a llenar de RECURSOS PÚBLICOS y que incluso hasta ejércitos de guardaespaldas para sus propietarios, familiares y empresas con cargo al ERARIO PÚBLICO.
¿Y los beneficiarios de la REFORMA ENERGÉTICA? Atizaban el “fuego amigo” en contra del presidente Peña Nieto para poder ellos designar el candidato de sus preferencias y de sus intereses y después del resultado electoral lo hicieron por venganza.
Enrique Peña Nieto jamás confió en Ricardo Anaya el candidato del PAN, y no estaba equivocado en sus razones para no hacerlo.
Vea usted la enorme cantidad de RECURSOS PUBLICOS entregados a los TRAIDORES del grupo “de chayoteros”, algunos de muchos más.
Solo por poner un ejemplo de los 24 más grandes, más los que triangularon por las empresas televisoras nacionales quienes fueron los principales promotores de la desgracia del presidente Peña Nieto.
No estamos ante blancas palomas, estamos frente a profesionales del complot y de la traición que habrían cobrado millonadas del gobierno MÁS lo que les arrimaron por hacerle la campaña sucia a Peña Nieto.
No les perdonaron la traición, no metieron las manos a la elección y triunfó la democracia, Andrés Manuel López Obrador hoy es presidente de la república.
Hoy esos mismos buscan con la misma estrategia de debilitar a la presidencia encabezados por el mismo de siempre el empresario Claudio X González y el Diablo del Norte, José Antonio Fernández Carbajal.
Usar la misma estrategia para tratar de imponer su poderío y afianzar sus canonjías los llevó al fracaso en el sexenio de Peña Nieto y con un presidente fuerte y con respaldo absoluto y mayoritario de los mexicanos los han hecho perder cada día lo muy poco que les quedaba de activo político.
Nunca tuvieron en cuenta que AMLO es un presidente respondón, profesional de la política y sin cola que le pisen y exhiban.- Su estrategia de respuesta del presidente a las mentiras opositoras son de frente a la nación como lo es en las conferencias de LA MAÑANERA, donde quedan exhibidos los opositores mentirosos y beneficiarios en el pasado con RECURSOS PÚBLICOS.
Por eso son férreos detractores de las conferencias mañaneras del presidente de la república, por todos los medios legales a su alcance han tratado de silenciarlo para poder tener toda la libertad de denostación sin réplica, además de golpistas y traidores, son cobardes.
Pura ternurita los detractores “chayoteros” del presidente, su negro historial tienen, fortunas hechas con DINEROS PÚBLICOS derivados de la dádiva y corrupción, incrementada con la traición pero combatidos con LA MAÑANERA.
Viene el 10 de Abril, fecha histórica para la democracia mexicana que pondrá a cada quien en su lugar, sin duda alguna, de ahí el miedo a participar en tan democrático instrumento puesto al alcance de la democracia mexicana.
¿Por algo será su campaña a no participar en la Revocación del Mandato?
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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