Queridos lectores, regularmente esta columna suele ser propositiva y de un tinte más optimista, pero lo sucedido este fin de semana me despertó sentimientos de mucha molestia y quisiera compartirlo con ustedes.
A principio de este 2025 se publicaron los nuevos montos del predial aquí en la ciudad. Para algunos el incremento fue de casi un 80%; personas que antes pagaban 1mil 200 pesos, en esta ocasión su cargo era de hasta 1 mil 800 pesos. El detalle de estos aumentos tiene un lado bueno y otros muy malos.
El lado bueno tiene que ver con el valor catastral de las propiedades que en Ciudad Juárez tiene un atraso considerable. Pero los detalles muy muy malos radican en la situación en la que está nuestra comunidad, donde administraciones van y vienen, y donde lo que pagamos de impuestos no se ve reflejado en nuestras calles, servicios o alumbrado. Para nosotros los fronterizos es común escuchar comparaciones con la ciudad de El Paso, donde el impuesto predial también es muy costoso, pero el gobierno municipal te muestra dólar a dólar dónde se va invertir desde la escuela que está cercana a tu propiedad, hasta pavimentación y seguridad. ¡Ahí está el detalle!
En Ciudad Juárez la desconfianza crece cada vez más sobre la administración del alcalde en turno ¡Nuestra cruz! Primero con la pseudocompra de una casa millonaria (que sigue embargada por la Fiscalía Anticorrupción) y que hasta la fecha no se ha podido comprobar si fue rentada o comprada, pero que definitivamente es imposible adquirir y mantener con el sueldo de servidor público. Lo segundo es la poca inversión que se ha hecho en la ciudad y, además, con unos sobreprecios que parecieran no tener límites. Lo más triste de esto último es la complicidad a la que están sometidos los proveedores del Municipio; al final de cuentas la corrupción de los políticos termina por convertir a los ciudadanos de víctimas a cómplices.
Finalmente, y por lo que mi molestia se multiplicó este fin de semana, fue ver al Alcalde juarense repartiendo mobiliario escolar y ambulancias a otros municipios, algo que ya ha venido haciendo desde el año pasado. Esto realmente me causa enojo porque el Alcalde que fue electo por los juarenses para cuidar de los recursos de sus ciudadanos y servir a su comunidad, reparte en otras ciudades lo que nos cuesta mucho trabajo a todos. La cruz que cargamos los juarenses es ser gobernados por alguien que está ocupado en la campaña del 2027 y, ¡peor aún! usando nuestro dinero. Las carencias en Ciudad Juárez son muchas: las escuelas siguen siendo espacios con muchas necesidades;además del rezago de casi un 40% de calles no pavimentadas o con falta de rehabilitación; alumbrado público; la rehabilitación de parques que son los espacios donde realmente pueden fortalecerse la convivencia familiar y comunitaria; la parte del drenaje pluvial y las inundaciones es otro de los grandes pendientes para lo que el presupuesto no alcanza.
Mi propuesta, dentro de mi gran molestia, es la denuncia y el reclamo ciudadano. Que todos podamos decir y exigir que el dinero que pagamos, los incrementos injustificados del predial puedan tener un destino para beneficio de los juarenses. ¡Que se note el cambio! Que se note el esfuerzo de las personas trabajadoras de Juárez, pero que se note más la exigencia a un gobierno que en 4 años no ha sabido dar resultados en su responsabilidad de gobernar, ni tampoco en honestidad. Tal vez mi propuesta le parezca muy sencilla, porque se ha dado la impresión que con la exigencia ciudadana ‘no pasa nada’, pero la cruz que cargamos los juarenses no es solamente nuestro mal gobernante, si no la indiferencia con la que nos despertamos todos los días. ¡Ánimo!

Marisela Terrazas
Ex Diputada por el PAN en Chihuahua. Doctorante en Ciencias de la Educación por la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica. Maestra en Educación por UTEP, ex directora del Instituto Chihuahuense de la Juventud y experta en políticas públicas juveniles.


