Antes de que el mito se coma a los hechos, y las ansias de protagonismo por parte del alcalde Cabada terminen por darle un efecto fake a la detención del supuesto asesino y violador, para luego darle pretexto a los defensores de los criminales… perdón, quise decir los defensores de los derechos humanos, y alegar tortura para el inculpado y así lograr evadir la justicia, debemos despellejar muy bien los hechos.
De entrada, todo mundo sabe que un canalla infeliz, violó a tres niñas y a una de ellas la estranguló por defender a sus hermanitas. ¿Cierto?
Luego, la indignación produjo una enérgica exigencia entre la sociedad que se pronunciaba contra el asesino y violador, como el despreciable ser que no queremos exista en nuestra comunidad.
Las autoridades policíacas, mudas, desconcertadas, ciegas, en su trabajo… O sea, no hacer nada para encontrar al culpable.
Alguien en redes sociales dio a conocer el rostro del posible responsable.
Otro ciudadano, por allá, dijo que es vecino de la familia donde fueron muertas las menores y que la gente de ese rumbo supo quién era el homicida pero no lo enfrentaron.
Pasó una semana y todo parecía quedar en el olvido.
Pero ayer, el ataque a otra víctima produjo la detención del supuesto criminal autor de los crímenes de lesa humanidad.
Pues según el decir de los vecinos de Lomas de San José, donde se ubica la tienda de abarrotes “Super Helody”, cita en Cerro de Colima esquina con CV, Elías Armijo Hernández, el supuesto despreciable chacal, entró a la tienda con la intención de violar a la dependiente. A quien obligó a desvestirse y metió al baño.
Un cliente que se dio cuenta de la situación alertó a los vecinos y el delincuente salió huyendo sin lograr su cometido.
Cuatro jóvenes lo persiguieron por un par de cuadras, lo detuvieron, lo sometieron y amarraron con un cable eléctrico.
Llamaron a la policía y los ágiles guardianes del orden tardaron más de veinte minutos en llegar.
Esta narración de los hechos fue dada por vecinos del lugar, a reporteros de la fuente policíaca, entre ellos un carrocero, quien fue prácticamente quien alertó a dos chavos que estaban afuera de su taller a bordo de una troca. Y fueron ellos junto con otros dos los que lo persiguieron y capturaron.
“Luego lo amarraron como puerco y lo comenzaron a golpear”, comentó uno de los testigos.
Ya detenido, amarrado y golpeado, llegaron los municipales y un agente preventivo observó los rasgos del detenido y los ligó con la persona que estaba siendo buscada por el homicidio de Nahomi, y la violación de sus hermanitas.
Al saberse esto, la horda, volvió a tundir al supuesto criminal. El odio contra él no podía contenerse.
Finalmente los municipales cargaron con el posible infractor y asesino y las imágenes que vimos en redes sociales cuando lo suben al vehículo son las que dan fe de la detención.
Instantes después, el alcalde Armando Cabada, desde Colombia, envía un video en el que da cuenta a la ciudadanía de la eficiencia de su equipo y sin medir ninguna consecuencia, dice… “Quiero externar mi reconocimiento al secretario de seguridad pública y a todos los elementos de la policía a quienes instruí para que como nunca pusieran atención y ubicaran a este responsable; hoy lo tenemos detenido”
A estas alturas del partido, ya no importa si el alcalde se quiera arrogar la medallita de la detención, sino que el responsable no salga en libertad.
Ya los ociosos de la comisión de los derechos humanos declaran que están afinando la defensa del pobrecito asesino pues alegará que fue torturado para que se declarara culpable, y mostrará como prueba la golpiza que le fue propinada.
Es importante que las investigaciones lleguen al fondo del asunto y se demuestre que las lesiones que presenta el sujeto, fueron producidas por la horda indignada y no por los elementos de la municipalidad, quienes por el contrario pudieron salvarle la vida. De otro modo pudo haber sido linchado por la gente que ya se arremolinaba en torno suyo.
De no hacerse el trabajo de investigación adecuado, tenga usted por seguro que la indignación será peor y el pueblo podría tomar la justicia por su mano.
¿A eso queremos llegar?
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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