Jacques Le Goff fue un historiador medievalista francés, que nació en Toulon el 1 de enero de 1924 y falleció en París el 1 de abril del 2014.
Perteneció a la tercera generación de la Escuela de los Annales Francesa, que fue marcada en la década de 1980. Sus trabajos de historia versan sobre la Edad Media y abordó todos los temas que pudo desde casi todos los puntos de vista posibles, apoyados en las Ciencias Sociales y las Humanidades.
Pero retomemos un poco a la Escuela de los Annales Francesa. El estandarte de esta generación con Le Goff a la cabeza fue La Nueva Historia para revitalizar los estudios históricos, ya que había nuevas necesidades que había que atender para un público más amplio. Por consecuencia, la historia tenía que ampliarse en sus métodos y teoría. Es allí donde redescubrimos la historia de las mentalidades y se avanzó sobre la historia cultural.
Le Goff nos mostró que nada distingue ni debe distinguir al historiador de los demás científicos, ya que se debe trabajar sobre los documentos con la misma imaginación de las matemáticas, el análisis de lo minúsculo como el biólogo y las relaciones de la cultura como las interacciones de los elementos en Química. Así mismo de manera deliberada hay que ser imparcial para comenzar un trabajo histórico, ya que todo investigador debe ver desde afuera el objeto de estudio. Aunque también la propia historia tiene algo irónico en la objetividad e imparcialidad histórica; se trata de serlo, pero el historiador también es parte de la sociedad y de un tiempo histórico.
Con Le Goff también entendimos que cuando se trata de materializar el tiempo, no se puede ya que es intangible, pero se puede medir. Por ello, lo podemos capturar en muchas formas, pero no necesariamente debe ser lineal, sin embargo; al tener diferentes formas o concepciones del tiempo, no puede existir la generalización en el pensamiento histórico. Esto nos lleva a caer en algo llamado historicidad, es decir, que cuando se termina una explicación, casi al momento, se está iniciando otra.
Las preguntas a responder de esta generación de historiadores tienen que ver con los resultados de los estadios de la Modernidad, es decir; de la Revolución Industrial y con ella, el desarrollo físico, intelectual y moral. Aunado a esto el capitalismo y la nueva sociedad industrializada de finales del siglo XIX y principios del XX, sin embargo; pasando la segunda mitad de este siglo, vamos a ver una evolución en el capitalismo, el Neoliberalismo.
Este nuevo sistema nos va llevar a repensar algunas cuestiones, en primer lugar que en Hispanoamérica no funcionó la idea de progreso porque culturalmente es diferente, cuando el progreso no funciona en un país, es porque se agarró un modelo diferente del mismo y se trasplantó.
Este caso no solo se va a dar en los países de habla hispana, sino en otros tantos, es decir, el capitalismo culturalmente no funcionó para todos los países, sin embargo; para cuando se impone el sistema neoliberal y la posmodernidad, nos vamos a encontrar con que el pensamiento histórico es forzado a unir el avance del tiempo lineal marxista y los pensadores previos al renacimiento con el tiempo cíclico. Lo que significa que lo antiguo y moderno no están peleados, es necesario observar que en nuestros días, con la era de la comunicación y las redes sociales pareciera que sí, que querer preservar la tradición e malo y permitir el libertinaje es bueno, sin embargo; este contexto nos ha arrojado una ecuación social: a mayor comunicación, mayor aislacionismo en la gente
¿Por qué?
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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