Los mexicanos nos quejamos del mal gobierno, de la injusticia, de la impunidad y de la corrupción, pero somos minoría los que participamos en forma alguna, en contribuir para erradicar estos males que nos aquejan. El escándalo de la corrupción alcanza niveles inimaginables y van más allá de la presidencia de la república.
Lo dijo en campaña el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, que la corrupción ha provocado la violencia generalizada en todo el país, por la corrupción que viene desde la presidencia de la república a través de Enrique Peña Nieto, que todavía sigue en el poder y protegiendo a delincuentes de cuello blanco que seguramente son cómplices unidos en actos ilegales y peculado.
Más que sorpresa ha causado indignación la actuación del Poder Judicial de la Federación, que tiene la obligación de administrar justicia aplicando las leyes y la mejor de todas: el amparo contra actos de autoridad. Los Juzgados de Distrito, Los Tribunales Colegiados de Circuito y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, son las autoridades con facultades amplias para interpretar la Constitución y las leyes que emanan de ella.
Lo Colegiados de Circuito y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emiten tesis de jurisprudencia que determina el cauce legal y el camino a seguir que deben acatar los juzgados que dependen del poder judicial de cada entidad federativa. Por lo que los jueces están obligados a someterse al tribunal de mayor jerarquía como ocurre también en las salas regionales del Tribunal Superior de Justicia del Estado y éstos a su vez al Poder Judicial de la Federación.
Es por ello, que la indignación e impotencia crece en el resentimiento de los mexicanos, que no solamente hemos sido víctimas de delitos del fuero común en el que la puerta giratoria provoca impunidad por la falta de capacitación en los investigadores y ministerios públicos, sino que descaradamente muestra el verdadero rostro la máxima autoridad nacional, al sentenciar de la manera más bondadosa al ex gobernador del estado de Veracruz Javier Duarte, quien podrá obtener su libertad en tres años, según el sistema de ejecución de penas y medidas de seguridad. Además de pagar la irrisoria cantidad de cincuenta y ocho mil pesos de multa.
En Chihuahua pese a las carpetas de investigación integradas por la Fiscalía General del Estado, que también se destaca en corrupción por la impunidad que persiste desde siempre, han utilizado todos los recursos a su alcance, incluyendo el político mediante la supervisión directa del Gobernador Javier Corral Jurado, en contra de Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, alias La Coneja, acusado del desvío de 250 millones de pesos de la Secretaría de Educación al PRI durante la administración de César Duarte, quien obtuvo su libertad por orden de la Magistrada del Tercer Tribunal Unitario Penal en la Ciudad de México, Isabel Porras Odriozola. Lo que indica que el poder de Peña Nieto se impuso por encima de la justicia.
Los delincuentes de cuello blanco han obtenido el gran beneficio de la absolución como Elba Esther Gordillo, a quien además le lavó el dinero la Federación porque se lo devolvió. De tal manera que se evidencia el alto porcentaje de corrupción, bajo el control del Ejecutivo Federal. Fuimos testigos también de la manera infame que resolvieron los magistrados en al caso de Javier González Mocken, legalizando el fraude electoral en Ciudad Juárez a favor de Armando Cabada. El PRI nacional intervino en su favor.
Los medios comprados poco opinan al respecto. Los mexicanos nos quejamos pero nada hacemos. Nos hemos vuelto insensibles ante el dolor humano como en el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. En Juárez acostumbrados a las matanzas en la vía pública y en plena luz del día. Hemos contribuido para que sigamos en el ambiente hostil, sanguinario y despreciable de la sociedad que les toca a nuestros hijos construir.
Nos quejamos del nuevo Congreso de la Unión compuesto por Senadores y Diputados que representan a los partidos políticos que tienen dominado a este país, por las comisiones encomendadas como la Comisión del Deporte al cantante Ernesto Vargas D´Alessio, en la de Cultura y Cinematografía al actor Sergio Mayer, a la de Defensa Nacional Felix Salgado; éste último al ser cuestionado por qué él, dijo: porque solamente yo levante la mano.
Todo lo anterior que nos sirva de conciencia para darnos cuenta lo que hemos hecho. Pues están gobernando y legislando los que “hay”. No hay más. Están administrando justicia los influyentes del Poder Judicial que ya convirtieron los tribunales federales en puestos heredables y familiares. En el compadrazgo. Tenemos lo que nos merecemos, pues en el voto se refleja nuestra calidad y solvencia moral. Hemos destruido a este hermoso país y enterrado el concepto de la patria. El país donde todo es posible.
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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