Por decreto, se aplanó la curva de contagio del coronavirus.
Primero les urgía acreditar todas las muertes a favor del virus letal.
Necesitaban justificar una pandemia fake.
Todo marchaba con precisión científica. Nos anunciaban que lo más dramático del contagio, ocurriría entre la semana del 18 al 24 de mayo.
¡No salgan o se van a morir!
Los medios comenzaron a destacar el número ascendente de muertes por coronavirus. Y para terminar de aterrorizarnos, aparecieron de quién sabe dónde, gigantescos abejorros asesinos.
Sin embargo, ante la presión norteamericana de reactivar la economía, y viendo que los suecos nunca creyeron en el mito de la pandemia, (ojo, dije de la pandemia, el bicho sí mata), el presidente López Obrador, anuncia el camino hacia, LA NUEVA NORMALIDAD
En su mañanera, presentó el plan de regreso a la nueva normalidad y explicó que el plan de reapertura en tres etapas de las actividades sociales, educativas y económicas busca dar claridad, seguridad y certidumbre a la población, para que siga un camino gradual, ordenado y cauto.
Mencionó que la Jornada de la Sana Distancia trajo un control y aplanamiento de la curva por lo que trabajaron en un plan en tres etapas:
La primera.- Inicia el 18 de mayo con la reapertura en los llamados Municipios de la esperanza que actualmente son 269 en 15 estados, apoyados con cercos sanitarios. Son municipios libres de contagios de COVID-19 y que colindan con otros municipios libres de casos de coronavirus.
La segunda.- Etapa de preparación para la reapertura general; será del 18 al 31 de mayo con el desarrollo de planes sanitarios en centros de trabajo y espacios públicos, principalmente serán consideradas actividades esenciales.
No se piense que es cosa de reabrir así nomás porque sí.
Los planes sanitarios serán supervisados por la secretaría del trabajo y previsión social.
En todo México deberán capacitarse los empresarios para la reapertura. Pero a través de protocolos muy seguros.
Además:
Se dará capacitación al personal para seguridad en el ambiente laboral.
Readecuación de espacios y procesos productivos.
Filtros de ingreso, sanitización e higiene en el espacio laboral.
La tercera.- Inicia desde el 1 de junio con un semáforo semanal, que marcará la reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas.
Con respecto al semáforo:
Rojo: Sólo actividades esenciales, incluyendo la minería, construcción y fabricación de transporte.
Naranja: Aumentan las actividades que se puedan desarrollar con plantillas reducidas.
Amarillo: Se amplían las actividades, siempre con cuidado en las medidas de salud pública y del trabajo. Podrán operar todas las actividades esenciales y no esenciales sin restricción.
Verde: Se reabren todas las actividades, incluyendo las escolares.
Así es como damos por terminada esta dolorosa y desquiciante experiencia.
Comenzaremos a descubrir la nueva normalidad, a partir del mes de junio.
Hay que comenzar hacer un recuento de las canicas que nos quedan, para ver de qué manera reinventamos nuestra nueva realidad.
Muchos quedaron con las alforjas vacías, y con alteraciones psicológicas graves.
Otros, frustrados porque el Armagedón no acabó con la humanidad.
Mientras retorna la dinámica social, saldremos de nuestro encierro, con los ojos entrecerrados, a pasos vacilantes, como salidos de las oscuras cavernas donde confinaban a los leprosos.
Odio decir, se los dije… Pero se los dije.
En adelante los decesos cobrarán su normalidad… Cáncer, infartos, enfisema por fumar, diabetes mal llevadas, hipertensiones perras, etc.
El coronavirus pasará al anaquel de los malos recuerdos, hasta que nos impongan la maldita vacuna de Bill Gates.
Pero esa, como diría la Nana Goya… Esa será otra historia.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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