Este junio, la frontera entre México y Estados Unidos volvió a ser noticia mundial. No por el comercio ni por la cooperación, sino por las imágenes de redadas masivas en Los Ángeles: familias separadas, calles bloqueadas por manifestantes, la Guardia Nacional desplegada y amenazas de intervención militar. La escena, dolorosa y familiar, nos recuerda que la migración no es un problema que se resuelva con represión, sino una realidad humana que exige respeto, diálogo y soluciones de fondo.
Las redadas de este fin de semana en Los Ángeles no son solo una noticia lejana: son una herida abierta para miles de familias mexicanas. Agentes federales irrumpieron en barrios y comercios latinos, deteniendo a decenas de personas y sembrando miedo en comunidades enteras. Las calles de Paramount e Inglewood se llenaron de manifestantes que, con consignas y dignidad, exigieron respeto ante una respuesta oficial que optó por el gas lacrimógeno y las granadas aturdidoras. Mientras tanto, los detenidos fueron trasladados a centros sobrepoblados en otros estados, lejos de sus seres queridos y de cualquier certeza. La comunidad migrante vive en alerta, sabiendo que la violencia y la discriminación no distinguen entre quienes buscan una vida mejor y quienes ya han echado raíces en ese país. La migración, nos lo recuerdan estos hechos, no es un delito: es un derecho humano que exige soluciones de fondo, no castigos colectivos.
Desde Morena, y como presidenta del Comité Ejecutivo Estatal en Chihuahua, no puedo sino rechazar la violencia con la que se ha tratado a nuestra comunidad migrante. Las redadas del ICE y la CBP son una afrenta a los derechos humanos.
La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido clara y firme. No hay espacio para la ambigüedad: México condena la violencia, exige respeto a los derechos de nuestros connacionales y actúa por los canales diplomáticos adecuados.
En Morena celebramos que la diplomacia mexicana se ejerza con dignidad y sin estridencias. Frente a la retórica de odio y las amenazas de deportaciones masivas, la presidenta Sheinbaum ha optado por el diálogo, por la cooperación regional y por la defensa de los derechos humanos. Ha propuesto alternativas concretas, como el programa “México te abraza”, para quienes decidan regresar voluntariamente, y ha insistido en que la migración debe atenderse con una reforma integral, no con operativos de miedo.
Estados Unidos es, en su esencia, una nación de migrantes. Su historia, su economía y su diversidad cultural son el resultado de sucesivas oleadas migratorias. Los mexicanos en ese país –migrantes y nacidos allá– generan un PIB de 2.06 billones de dólares, el 10% de la economía estadounidense. Pagan impuestos, sostienen la seguridad social y representan el 17% de la fuerza laboral en sectores críticos como la agricultura, la construcción y los servicios. Sin ellos, las cadenas productivas se detendrían y la economía local sufriría pérdidas irreparables. Los migrantes no son una carga, son un pilar de la economía y la sociedad norteamericana.
Hoy, la relación bilateral entre México y Estados Unidos enfrenta retos enormes, pero también oportunidades históricas. La reducción de los flujos migratorios hacia la frontera norte, lograda gracias a la diplomacia regional y a procesos ordenados en la frontera sur, demuestra que sí es posible una gestión humana y efectiva del fenómeno migratorio. En mayo de 2024, los encuentros diarios en la frontera bajaron a 419, la cifra más baja en la historia bilateral. Este logro no es casualidad: es el resultado de una política responsable, que privilegia el orden, la protección de los derechos y el desarrollo compartido.
En Chihuahua, sabemos que la esperanza está en el pueblo y que la dignidad no se hereda: se defiende. Por eso, desde Morena, acompañamos a nuestras comunidades migrantes y respaldamos la postura firme y diplomática de nuestra presidenta. Porque la justicia social no es solo un ideal, sino una tarea cotidiana, y porque la historia nos enseña que los muros y las redadas no detienen la migración, solo la hacen más dolorosa.
Hoy, más que nunca, celebramos la dignidad de quienes cruzan fronteras en busca de un futuro mejor, y reiteramos nuestro compromiso de construir, desde ambos lados, una frontera más humana, más justa y más próspera para todas y todos.

Brighite Granados de la Rosa
Política juarense y presidenta del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Chihuahua desde 2022, con liderazgo extendido hasta 2027. Fundadora del partido en el estado, ha trabajado en estructuras clave y promoción del voto, enfocada en fortalecer la Cuarta Transformación.