La falta de medicamentos en los hospitales públicos del país, merecen una atención ciudadana más allá de criticar al gobierno federal por la deficiencia de los servicios médicos, como si se tratara de la actual administración el rezago de décadas. Aclaro que no avalo ni defiendo a la actual administración federal, sino como cualquier mexicano, analizo el problema nacional y los culpables existen dentro de las mismas instituciones encargadas de la salud pública.
El Seguro Popular nunca dio la cobertura necesaria para atender a los miles de pacientes. Pues desde que Vicente Fox lo estableció como un derecho social, los hospitales se llenaron mucho más de la capacidad que tienen. Demagogia pura ya que no hubo la construcción de clínicas y hospitales. Los hospitales de tercer nivel menos. Igualmente el irresponsable Felipe Calderón ordenó al momento que tomó posesión el 1 de diciembre de 2006, que todas las niñas y niños que nacieron a partir de ése día tendrían servicio médico gratuito, como un gesto de soberbia disfrazado de gratitud al haber robado la elección.
Tampoco en la gestión de Felipe Calderón, hubo crecimiento en atención médica, pero si hubo crecimiento exagerado en la industria farmacéutica. En toda la república se han construido farmacias como si fueran tiendas de autoservicio, lo que denota que ante la ausencia de medicamentos en los hospitales públicos federales, estatales y municipales, como el ISSSTE, IMSS, ICHISAL, el de la mujer e infantiles. Ante el ilógico desabasto de medicamentos, las cadenas de farmacias monopolizadoras en éste país están súper surtidas. ¿Incongruente no?.
¿Se han puesto a pensar quiénes han administrado los hospitales públicos?. Son personas allegadas a los titulares del poder ejecutivo federal y estatal según la competencia y en el municipal el control lo tiene el presidente municipal en turno. Es muy fácil que los servidores públicos en el ramo de la medicina, se enriquezcan ilícitamente. Pues no sólo ordenan a los proveedores que entreguen facturas al doble o triple de lo que cuesta el medicamento, al que le exigen que se reporte con esa mitad o triple del costo real, sino que utilizan varios métodos.
También notarán que no son médicos, ni qué saben nada del ramo. Son personas de confianza del político jefe en turno. Otra manera es que el paciente acude al servicio médico y cuando es atendido se le extiende la receta para que la surta en las farmacias del ICHISAL, o en la del IMSS, ISSSTE, o Pensiones, según esté adherido el paciente y le van a surtir uno o dos medicamentos de cinco. Le dirán que acuda en un mes porque no hay. El paciente se desespera porque le urge aliviarse ¿no?. Entonces compra como puede todas las que no le surtieron.
Cuando ese paciente vuelve con su médico en un mes o dos por prescripción médica, le recetará más medicamentos que tendrá que surtir otra vez en las farmacias públicas y le pasará otra vez lo mismo, pues lo tienen registrado en la computadora y saben que no hubo reclamación alguna de la pasada. Sin embargo, en la computadora o registro que lleva el médico que atiende al paciente, aparece que las recetas han sido surtidas en su totalidad. Y nadie me lo platicó, el que escribe lo viví cuando me atendí en ICHISAL por el servicio médico que tuve cuando fui maestro de la UACH, que por cierto cada semestre me lo cancelaban en vacaciones y luego me daban de alta otra vez en el semestre iniciado. Siempre me descontaron el servicio médico aunque no lo usara.
Cuál fue mi sorpresa que en este gobierno de Javier Corral, –de quien no dudo su honestidad-, cuando acudí con el cardiólogo a consulta para atenderme en tercera ocasión, me quejé que en el ICHISAL no me surtían la receta porque no había medicamento. El doctor visiblemente molesto me dijo, aquí me aparece en su récord que todas sus recetas han sido surtidas. En ese tiempo para hacer mis citas me atendía un hombre muy amable y con años de experiencia trabajando como servidor y me enteró de muchas anomalías. Por tal motivo opté por denunciar este hecho a una persona de confianza allegada al gobernador y no le dio importancia. Después me enteré que a la persona honesta y amable que me atendía la despidieron.
En la función pública es muy difícil encontrar a alguien que no robe con facturas que el proveedor extiende con precios más altos por la comisión del corrupto. En todos los servicios públicos es lo mismo y está muy bien disfrazado. Estoy enterado que los UBERS en Ciudad Juárez, pagan cuota por derecho de piso que les ordena el municipio. Imaginen todo lo que se puede hacer. La semana entrante les sigo contando.
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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