El miedo, esa respuesta primordial a las amenazas percibidas, puede motivar a las personas a reaccionar de maneras impredecibles, y en el terreno político, puede llevar a la invención de narrativas perturbadoras, como la intención de una supuesta dictadura. No obstante, es esencial poner en contexto el panorama que se nos presenta.
Vivimos en un tiempo en que la percepción de la democracia está oscurecida por el pesado velo de la corrupción, magnicidios, contratos desfavorables y otras formas de deshonestidad y abuso de poder. A simple vista, se podría malinterpretar la actual situación como una dictadura encubierta; sin embargo, merece la pena profundizar en este complejo panorama.
Una pregunta esencial que debemos hacernos es: ¿Quién ha sido el verdadero lastre para nuestro país?
Existe una variedad de sospechosos: periodistas que parecen elegir el silencio en lugar de la verdad, políticos cuyas fortunas han crecido al amparo del poder, o incluso aquellos que están en posiciones de autoridad y parecen estar en connivencia con el crimen organizado. La respuesta a esta pregunta es crucial para desenmascarar los verdaderos problemas de nuestro país y buscar soluciones efectivas.
A pesar de la turbia realidad que enfrentamos, todavía hay voces que propagan el miedo a la dictadura. Pero es fundamental recordar que los miedos a menudo pueden ser manipulados y utilizados como cortinas de humo para desviar la atención de los verdaderos problemas.
Es en este punto donde la frase “Sufragio efectivo, no reelección” resuena con fuerza. El hecho de que algunos hayan interpretado estas palabras como un grito de dictadura en ciernes, en lugar de un llamado a la rendición de cuentas y a la transparencia, es una manifestación de cuán profundamente se ha arraigado el miedo.
Es esencial, entonces, fomentar el diálogo y la discusión en un tono constructivo y reflexivo. En lugar de alimentar el miedo, debemos trabajar juntos para desmantelar las verdaderas dictaduras: la de la corrupción, el abuso de poder y la falta de transparencia. Solo así podremos recuperar la tranquilidad que todos anhelamos.
Aunque no podemos olvidar la turbulenta historia de nuestro país, es importante no dejarse llevar por la paranoia y el miedo. Es a través de la unidad, la rendición de cuentas y la vigilancia constante que podemos salvaguardar nuestra democracia y proteger el futuro de nuestro país.
David Gamboa
Mercadólogo por la UVM. Profesional del Marketing Digital y apasionado de las letras. Galardonado con la prestigiosa Columna de Plata de la APCJ por Columna en 2023. Es Editor General de ADN A Diario Network.
