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    abril 20, 2024 | 2:12

    Dueños de medios ricos, reporteros pobres

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    El análisis de los mecanismos de protección para derechohumanistas y periodistas del Estado de Chihuahua, en donde participaron funcionarios de la Procuraduría General de la República y el gobernador del Estado, Javier Corral Jurado, permitió que el controversial gobernante abriera la caja de pandora y describiera esa maligna y perversa acción de los propietarios de los medios de comunicación a quienes describió como voraces e insensibles.

    Con César Duarte, según la versión presentada ayer por Javier Corral, se erogaron más de mil millones de pesos y desde allí, los medios de comunicación impresos y electrónicos, ejercían ocultamientos, engaños, distorsiones, manipulación.

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    Y ayer, ante funcionarios de la PGR, los castrados representantes de los derechos humanos ahora al servicio de Corral, periodistas y, obviamente, el gobernador que nadie lo paraba señaló: “Desde allí (los derechos humanos) se moldea el trabajo de los comunicadores. Y vimos el dispendio de los recursos públicos. Propietarios ricos y periodistas pobres, unos cuantos se llevaron cientos de millones de pesos mientras el conjunto de trabajadores de los medios de comunicación no tenían ni vehículo, ni computadora, ni teléfono, menos seguro de vida, seguro de gastos médicos mayores y salarios dignos”.

    No es la primera ocasión que el gobernador Corral toca el tema de la relación César Duarte y medios de comunicación. Y, en efecto, coincido plenamente con Javier Corral, se trató de una relación perversa, desequilibrada y entreguista.

    Con César Duarte fuimos testigos del surgimiento de auténticos burros de la comunicación que se convirtieron en ‘empresarios’ que se sienten con el derecho de exigir a los gobiernos y a los emisarios del gobierno las riquezas se que reparten desde las esferas del poder público.

    Y qué decir de los propietarios y directores de los llamados medios tradicionales (impresos y electrónicos) que, estoy seguro, hoy cuando leamos las versiones que publicarán en torno al discurso de Javier Corral, serán notas silenciosas, columnas que no emitirán posiciones periodísticas porque ahora, el deporte de los gobiernos, es socavar, sobajar y denigrar a los prostituidos medios de comunicación.

    Corral les dijo vendidos, les dijo prostitutos, ocultadores de información, engañadores, distorsionadores, manipuladores de la información y los acusó de ser los emisarios del culto a César Duarte.

    Nada más faltó que el gobernador les mentara la madre y les dijera abiertamente corruptos. Si hoy los medios tradicionales se despiertan con una posición timorata y entreguista, estaremos frente a una verdad que no fue objetada ayer al gobernante.

    La información vertida por Corral Jurado estuvo escasa de nombres, pero todos sabemos a quienes se refería en esta frontera, en el Estado de Chihuahua y en otras entidades federativas hasta donde llegaban los recursos duartistas. No se diga los medios de la capital del Estado, donde se inauguraron, con bombo y platillo, empresas de comunicación que murieron justamente en el momento en que César Duarte abandonó el Estado de Chihuahua.

    Todos, de alguna manera, somos testigos de lo que ocurría en los medios de comunicación que se vendieron a Duarte. Somos testigos de diálogos únicos, cuando los patrones nos indicaban quiénes serían los abanderados priistas que estarían al frente de las instituciones públicas y por qué era importante apoyarlos.

    Corral tiene razón en algo, una cosa son los propietarios y otra cosa somos los periodistas. Institucionalmente se asumían las indicaciones, pero la convicción no variaba porque nunca estuvimos ajenos a las verdaderas causas de nuestras posiciones en torno a esa caterva de patrones que, como diría la abuela, son “más largos que la cuaresma”.

    El gobernador Corral habló de un nuevo planteamiento de las políticas que se enfocarán a la protección de periodistas. A muchos comunicadores y dueños de medios de comunicación no les gusta mucho la idea de que el gobierno exija circulación y penetración de los periódicos, canales de televisión, estaciones de radio, revistas y periódicos por Internet.

    Muchos de esos medios tienen infladas sus cifras de circulación y penetración. Todos lo hacen, es gran mentira y burla en la que se incurre. Me tocó atender a los personajes que envían a medir el tiraje de medios impresos y el impacto de las estaciones de radio.

    Los enviados de esas organizaciones encargadas de medir los rating, los tirajes de los periódicos y los que son especialistas en mediciones de redes sociales, están ampliamente corrompidos.

    Venían a Ciudad Juárez de paseo. Realizaban recorridos por las tiendas de El Paso, mientras las empresas locales de comunicación se encargaban de llenar los cuestionarios para que los números quedaran a modo.

    Luego, esos números, avalados por las agencias de medición, eran enviados a los grandes negocios y a los gobiernos, para fingir una penetración que no existía.

    Y en el peor de los casos, las oficinas centrales de los propietarios de los medios de comunicación, ordenaban simple y sencillamente divulgar los datos que enviaban a las sucursales con tirajes y rating que carecían de verdad.

    Es por eso que el gobernador Javier Corral aseguró que “ahora queremos empezar a transformar esa relación (entre medios y gobierno) que es un tema de derechos humanos (porque protege a los trabajadores de los medios de comunicación) y deseó que el nuevo congreso empiece dándole al resto del país, esta buena noticia de Chihuahua”.

    El discurso del gobernador empezó tibio y lento. De su boca salió apenas un pequeño alud que señalaba “Quiero aprovechar esta oportunidad para comentar una acción que también se coloca en el centro de los derechos humanos, particularmente de los reporteros y periodistas.

    Hay un asunto que distorsiona, que vulnera, que prostituye como ninguno la relación entre el gobierno y los periodistas que es el manejo discrecional de los recursos público para la asignación entre dinero público y medios de comunicación.

    En esa relación, entre dinero público y medios de comunicación, es donde se construye o destruye cotidianamente un ideal de la libertad de expresión del derecho a la información y del derecho de los periodistas.

    En ese ‘toma y daca’ entre propietarios y autoridades a través de recursos públicos se construyen relaciones de poder, de conveniencia, de ocultamiento en donde los primeros agraviados son, por supuesto, los públicos, pero también los periodistas.

    Hemos querido poner fin a esa discrecionalidad del gasto público en materia de medios de comunicación.

    Hemos mandado al congreso del Estado una iniciativa de vanguardia, no solo porque es una ley que limita el presupuesto público sino porque hacen objetivos los criterios de asignación.

    Es una iniciativa de vanguardia que supera la legislación federal y está arriba de todas las entidades federativas.

    Termina con el culto a la personalidad del gobernante, se elimina y prohíbe la difusión personal en los informes de gobiernos y obliga a que del 20 por ciento de los gastos de publicidad sea orientado a capacitación, actualización y profesionalización de sus periodistas y al personal involucrado en los contenidos, así como en salarios y prestaciones que permitan elevar su calidad de vida.

    La ley pide que los medios de comunicación cumplan con garantizar a su personal el ejercicio al derecho a la seguridad social y el otorgamiento de prestaciones mínimas de la ley federal del trabajo”.

    El evento convocó también a los derechohumanistas del estado de Chihuahua, en lo que se consideró un acto de relanzamiento de un gobierno democrático para defender a los derechohumanistas y a los periodistas.

    En ese renglón, el gobernador Corral refirió que a los derechohumanistas se les convirtió en aliados del poder público para dejar atrás la preocupación que tenían para ejercer su función en la defensa de los derechos de los chihuahuenses.

    El gobernante dijo que es un cambio fundamental en la percepción y relación entre derechohumanistas y gobiernos, pues se dejaron de perseguir a los grupos de defensores de Derechos Humanos y ahora son interlocutores confiables. Ahora la relación es cercana.

    Cada quién asume su papel y siguen diciendo las cosas que les ocupan, eso lo dijo Corral Jurado.

    En la difícil relación que el gobierno de Chihuahua ha tenido con el gobierno federal, incluso de fuertes momentos, dijo el gobernador Corral, hemos sabido cuidar y mantener este mecanismo porque creemos que es un modelo que debe de quedar como antecedente para otras actividades y para lo que viene en el futuro inmediato.

    Por encima de diferencias y de nuestra confrontación con el gobierno federal, yo recuerdo la llamada sensata de Patricia Colchero, de la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos, de la PGR, que dijo “yo deseo que no se dificulten las relaciones”.

    Por sobre cualquier diferencia (con el gobierno de Enrique Peña Nieto) debe prevalecer el mecanismo de protección de los derechos humanos. Es el valor que le damos a la protección colectiva. El gobierno no la asume como posición propia, sino como algo que estaba olvidado por otro organismo

    De los derechohumanistas dijo que encarnan acciones y compromisos con valentía y abanderan causas que luchan contra los más desprotegidos. Hemos adquirido compromisos con los grupos de Derechos Humanos, dijo un Corral que aseguró que no cuenta los días que le faltan a Enrique Peña Nieto, pero son 101, como los Dalmatas.

    La escena es digna de una película de Lando Buzzanca. El funcionario municipal en la época del alcalde panista, Gustavo Elizondo preparó el despacho del presidente municipal para una cita amorosa.

    Eran las cinco de la tarde de un viernes cercano a la navidad. El alcalde había solicitado su periodo vacacional y el despacho del presidente había quedado en manos del secretario del ayuntamiento que, por la fecha, no tenía muchas ganas de gobernar la fría ciudad fronteriza.

    Por el elevador del presidente arribó una joven mujer ataviada con un abrigo largo. En el primer piso ya la esperaba el funcionario municipal que hervía en el deseo de cumplir el deseo sexual de poseerla en la silla del presidente municipal.

    La brevedad de la circunstancia los llevó hasta el despacho presidencial sin más preámbulo que la curiosidad de la dama por conocer esa parte del inmueble desde donde se ejerce el poder en Ciudad Juárez.

    La media luz prevalecía en la antesala de la oficina del presidente que había sido adornada con las ofrendas votivas propias de la navidad; en la oficina del presidente municipal se habían colocado los últimos regalos que recibió Elizondo antes de salir de viaje con destino a Canadá.

    La cálida temperatura de la oficina del alcalde dio pie a aquel momento romántico que, cómo la canción de Ricardo Montaner, pero al revés, empezó en el sillón y concluyó en el escritorio del presidente municipal.

    La pasión desatada se convirtió en un baño de agua fría cuando una mujer de edad madura, con una bata azul marino, un trapo colgado de una de sus bolsas y un carrito para trasportar la basura, abrió la puerta de la oficina del alcalde y descubrió la escena romántica sin tener más palabras que un “usted disculpe”.

    En el escritorio de don Gustavo Elizondo se ubicaba el cuerpo afilado y desnudo de un distinguido miembro de su gabinete que no tuvo otra alternativa que saltar en busca de sus prendas, mientras la dama corría por su abrigo negro para cubrirse su desnudez.

    Días después, la señora de intendencia, ahora ya jubilada, a carcajadas describía el tamaño de los glúteos desnudos del funcionario municipal mientras con las manos dibujaba las dimensiones de aquellas nalgas que fueron objeto de escarnio hasta el último día de la administración elizondista.

    El caso del ex director de Tránsito Municipal, Luis Oscar Acosta, no es privativo de su personalidad como jefe de esa controversial oficina.

    Muchas historias se ciernen desde la función pública, historias que deben de ser contadas cuidando cada detalle de sus interlocutores. No es el morbo, es la reflexión profunda de lo que debe cambiar, porque la ética es la ética y no se puede mezclar con la función pública como lo hacen cotidianamente.

    No puede una o varias vaginas dirigir los destinos de una ciudad, por eso es conveniente contar todas las historias que nos sepamos por el bien de Ciudad Juárez.

    Rafael Navarro

    Periodista y Analista Político.

    Cualquier información enviada a mi correo y/o whatsapp será atendida bajo el principio de la confidencialidad absoluta.


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