Érase una vez una mujer que se esforzaba por ser suficiente.
Por ser mejor.
Por lograr cosas extraordinarias.
Y, por más que se sabía cansada, ocupada, entregada… nunca era suficiente.
Ni su esfuerzo. Ni su dedicación. Ni ella.
¿Te suena?
Mujer, estas palabras son para ti, que alguna vez fuiste —o aún eres— la protagonista de esta historia.
Quiero que sepas algo: todo es cuestión de perspectiva.
¿Qué pasaría si te dijera que esa sensación de no ser suficiente no tiene nada que ver contigo?
Que esa emoción que oprime el pecho y susurra dudas… no nació en ti.
Es el eco de voces ajenas.
Voces que alguna vez te dijeron que no estaba bien ser tan intensa, tan emocional, tan soñadora, tan tú.
Que eras una loca.
Que no lo lograrías.
Que eso no era para ti.
Que te conformaras.
Que te dedicaras “a lo tuyo”… y lo “tuyo”, casualmente, siempre era algo que no querías.
Pero hoy quiero decirte, alto y fuerte: basta de escuchar esas voces de terceros.
Es momento de escuchar tu voz.
Esa que te habla sin lógica, desde el alma.
Esa que te dice —aunque a veces apenas susurre— que naciste para algo asombroso.
Muy dentro de ti sabes que tus dones y talentos fueron entregados con un propósito.
Y que tu valor no depende de lo que haces, sino de quién eres.
Tu esencia es suficiente.
No necesitas probar nada.
No necesitas acumular logros para merecer descanso.
No necesitas que nadie te valide para sentirte valiosa.
Mujer, eres más que suficiente para lograr todo lo que te propongas.
Fuiste creada con una intención precisa, con una mezcla única de fuerza, sensibilidad, intuición y luz.
Dentro de ti ya existe todo lo necesario para construir la vida que deseas, para sanar lo que duele, para liderar, para amar, para inspirar.
Date un momento. Respira hondo.
Hoy puede ser el punto de inflexión que marque un antes y un después en tu vida.
Honra tu camino. Honra tu ser.
Valora lo que has hecho hasta ahora.
Lo que has superado.
Las veces que te levantaste sin que nadie lo notara.
El impacto que has tenido en otras mujeres, en tu familia, en ti misma.
Hoy, date permiso:
- De descansar sin culpa.
- De afilar el hacha antes de seguir cortando.
- De elegir tu rumbo, sin pedir permiso.
- De hacer las cosas con amor… para los demás, pero también para ti.
- De consentirte sin justificarte.
Porque lo vales.
Porque lo mereces.
Porque ha llegado el momento de enamorarte de ti.
Y para eso, necesitas conocerte de verdad: no desde lo que los demás opinan, sino desde lo que tú sabes que es auténtico en ti.
Mujer, escucha tu verdad.
Ámate con la misma intensidad con la que has amado a otros.
Cree en ti como nunca antes lo has hecho.
Haz las paces con tu historia. Abraza tu presente. Y ve tras el futuro que te hace vibrar.
No necesitas hacer más para valer más.
Solo necesitas recordar quién eres y actuar desde ahí.
Con amor,
Erika Garay

Erika Garay
Estratega de ventas y liderazgo femenino, Erika Garay inspira a romper techos y reescribir historias. Desde el diseño y las neuroventas hasta el coaching y la motivación, impulsa a mujeres a liderar con propósito. Voz de "En Positivo" y pluma de ADN A Diario Network, es guía en el camino hacia una vida plena, poderosa y sin límites.