Los “comités de defensa de la 4T”, suplen a los viejos comités seccionales del PRI, en su versión APLANADORA.
Recuerdo bien aquellos tiempos cuando el ‘partidazo’ traía bien aceitada la maquinaria.
La estructura comenzaba en tu calle.
Si eras priyista, podrías ser nombrado líder de acera. La cuadra de tu casa.
Luego subías de rango y te nombraban, jefe de manzana. Y después coordinabas cuatro manzanas y te convertían en PRESIDENTE DEL COMITÉ SECCIONAL.
Una estructura muy eficaz electoralmente que con el cambio de colores con Fox, se transformaron en una deshilachada figura que se le llamó comité de vecinos. ¿Lo recuerdan?
Hoy, cobra forma diferente.
Y es pretexto para hacer campaña territorial.
Vuelven los mítines, la reunión de simpatizantes, la concentración de sus activos en las colonias.
Un recuento previo a las elecciones.
Con objetivos bien definidos.
1. El compromiso de juntar simpatizantes.
2. El pretexto para ensalzar y elogiar la figura de su coordinadora nacional, que luego, ya en campaña se transformará en candidata.
3. Y en su momento, el fortalecimiento de los candidatos a la alcaldía, senaduría y diputaciones.
De los comités sale la carnita de representantes de casilla, suplentes y auxiliares que sirven el día D, como enlaces de avituallamiento.
O sea, los que les llevan la tragazón a los que se fletan todo el día en las casillas defendiendo los votos.
Hoy el PRI, está desmantelado. No tiene más esa estructura.
Y los panistas nunca la han tenido.
Corrijo, cuando Cruz Pérez Cuéllar era presidente estatal del PAN, creó un proyecto que era parecido a esto, pero nunca fructificó.
Hubo otro intento de carácter ideológico propuesto por Raúl García Ruiz, incluso escribió un cuadernillo al que tituló: ANDAMIAJES AZULES.
Pero no prendió tampoco.
Hoy, les va a hacer mucha falta inventar entre los tres partidos de la alianza transgénero, una versión tripartita.
La militancia no alcanza todavía a aceptar a sus adversarios históricos como compañeros de lucha.
Pero ni modo, es lo que hay.
Son momentos perfectos para crear una fuerza verdaderamente ciudadana que arrebate los espacios políticos para encaminar el bienestar a todos los niveles.
No sólo los pobres.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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