El Gobierno Federal activó este programa para aquellas personas encarceladas que no cometieron delitos graves relacionados con la violencia o la sangre.
Ciudad de México (ADN / Martín Orquiz) – El Gobierno Federal dio a conocer los resultados del programa de preliberaciones en Centros Penitenciarios federales y estatales, instaurado como un acto de justicia para quienes cometido delitos no graves ni relacionados con la violencia o la sangre.
A través de un comunicado, se especifica que la actividad está dirigida a gente humilde, que no pudo pagar un abogado, un traductor o ha enfrentado adversidades.
Explica que, por instrucción presidencial, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Secretaría de Gobernación se dieron a la tarea de gestionar las libertades anticipadas y amnistías de indígenas, mujeres, adultos mayores, personas con enfermedades terminales, personas con discapacidad y víctimas de tortura.
Hasta este 15 de septiembre, aniversario del Grito de independencia, quedaron en libertad 2 mil 685 personas, quienes permanecían encarceladas en centros penitenciarios.
Las cifras a partir del 1 de julio al 14 de septiembre de 2022, establecen que hay 2 mil 549 personas preliberadas, de las que 123 son mujeres, 120 adultos mayores, 208 con enfermedades crónico-degenerativas, 51 son indígenas y 15 extranjeras.
Además, 2 mil 022 que cumplieron con los requisitos de ley, como un plan de actividades, no tener procesos pendientes ni ser reincidentes, entre otros.
A través de este programa, las y los ciudadanos que vivieron discriminación, enfrentaron la pobreza en sus comunidades y no tuvieron oportunidades de desarrollo o no contaron con la defensa adecuada, pueden hoy ser partícipes de un acto de justicia del gobierno.
El documento cita el ejemplo de un hombre de 38 años, perteneciente a la comunidad indígena Rarámuri, que desde niño enfrentó discriminación por el uso de su lengua materna y se dedicaba a la tala de árboles y pizca de manzana en Chihuahua.
Su familia vivía en la pobreza, por lo que nunca recibió una visita, una carta o apoyo económico durante su estancia en reclusión, es primodelincuente y enfrentaba una condena de 12 años de prisión, pero 2 años antes de cumplir su condena obtuvo su libertad.
A través de la Ley de Amnistía, ha sido posible otorgar la libertad a 136 personas, de las que 66 estaban en pobreza, 42 son mujeres, 21 son indígenas, 2 tienen discapacidad permanente, 4 son víctimas de intimidación y 1 víctima de discriminación.
Con acciones como estas, se avanza en la construcción de una sociedad más humanitaria, igualitaria y justa, concluye el informe.

¿Quieres compartir información o enviar boletines de prensa?
Envíanos un correo electrónico.
¿Tienes dudas? ¿Necesitas verificar alguna nota?
No dude en enviarnos un correo, con gusto la verificamos por usted.
Síguenos en nuestras redes sociales.


