“…Hace algunos años, una importante directiva de una empresa global del ramo electrónico, que acababa de llegar a Ciudad Juárez, proveniente de Guadalajara, quiso inscribir a su familia en renombrado club social y deportivo que le fue recomendado, porque le resultaba de gran importancia que sus hijos practicaran los deportes a los que estaban acostumbrados en su ciudad natal, cabe destacar que la referida ejecutiva tipológicamente era una mujer hermosa y elegante, rubia de ojos azules, educada en las mejores escuelas y universidades del país y los Estados Unidos, y cuando se entrevistó con el Presidente de dicho club, interesada en saber si no habría inconveniente en que los miembros de su familia se inscribieran como nuevos socios, preguntó de forma un tanto casual, si el club permitía el ingreso de cualquier familia que tuviera interés en ello, grande fue su sorpresa cuando el Presidente le contestó en forma un tanto despectiva, que en ese club se reservaban el derecho de admisión a personas que no fueran como ellos, “de clase y de familia decente y de recursos”; de más está decir que la elegante mujer se despidió con frialdad y jamás regresó, sorprendida y molesta por el evidente racismo y prejuicios de aquel individuo contra sus propios compatriotas…”, nos relata con fruición el influyente personaje, cercano sin duda a los más altos círculos de poder en el altiplano, mientras degustamos un exquisito Tequila Barrique de Ponciano Porfidio, Extra Añejo, 100% de Agave Azul, servido con generosidad, en finos caballitos de plata pura, fabricados por hábiles artesanos de Los Altos de Jalisco.
“…Los ejemplos de odio y consecuentemente de racismo y clasismo, se repiten al paso del tiempo y cobran vigencia por el escándalo internacional de racismo, dado el imbécil asesinato del ciudadano norteamericano afroamericano George Floyd, a manos de un agente de policía anglosajón de Minnesota, que desató, hasta el presente, violentas manifestaciones a lo largo de toda la Unión Americana, específicamente dirigidas contra Donald Trump en las últimas dos semanas, pero también por la cobarde agresión policiaca, lamentablemente como hay aun tantas en todo México, de aparente tinte clasista, que acabó con la vida del humilde albañil Giovanni López, a manos de policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos, municipio del estado de Jalisco, porque supuestamente no llevaba cubrebocas, que ahora ha provocado severas confrontaciones y creciente polarización política de odio entre la autoridad federal presidida por Andrés Manuel López Obrador y la estatal, gobernada por Enrique Alfaro, extraña dinámica estratégica con despreciable aroma populista y electorera, con rumbo al cívicamente remoto 2024…”
“…Aunque no sea tan visible o pública la actitud de las élites federales, estatales o locales hacia quienes consideran “distintos étnicamente” o “no de su clase”, éste racismo o clasismo existe y convive entre nosotros de formas distintas: como eficaces barreras contra el ascenso de ejecutivos capaces pero de origen humilde, favoreciendo a los “blancos distinguidos” o bien discriminando a los “malditos conservadores”, aunque su capacidad profesional sea sensiblemente inferior, al igual que un provincianismo regionalista, actitud frecuentemente despectiva de empresarios “chihuahuitas” hacia sus contrapartes “juaritos”, que se refleja en desprecios constantes y ninguneo en actos sociales y políticos, así como en las consideraciones presupuestales que debieran tener criterios de distribución más justas en relación a la proporcionalidad ciudadana implicada en estos asuntos; de fondo una patética actitud de odio o al menos de indeseable desprecio, nefastos ambos para la convivencia social, el crecimiento y el desarrollo humano, tanto en lo económico como en lo político, por supuesto, también en lo cultural…”
“…Con frecuencia esta forma de discriminación también se refleja en menos recursos públicos a Ciudad Juárez, “porque no los necesitan y porque los “juaritos ya tienen El Paso”, faltaba más”, pero también es común hacia los más humildes habitantes, que son frecuentemente humillados en sus fuentes de trabajo y con las autoridades migratorias estadounidenses, que hacen de ellos escarnio diario, preferentemente a manos de agentes de origen mexicano, que así desahogan su impotencia y coraje hacia sus superiores anglosajones, que a su vez los colocan en el último lugar de ascensos sociales y de trabajo…”
Sí, racismo y clasismo, vientos populistas de Odio…”
Comunicador en Radio, TV, Prensa Escrita y Portales Electrónicos. Académico Universitario. Funcionario Educativo. Miembro Consultivo en OSC.
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