“Hay un miembro del equipo del vicepresidente que ha dado positivo por coronavirus”, anunció la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, durante una rueda de prensa.

La vocera aseguró que “se han implantado las indicaciones de los expertos” para evitar la propagación del virus en la residencia presidencial, entre las cuales citó, el rastreo de contactos y “todas las demás indicaciones dadas a los trabajadores estadounidenses”, señaló McEnany.

En un comunicado divulgado horas después, la Casa Blanca detalló que entre estas medidas están el distanciamiento social, comprobación de las temperaturas temporales diarias, el uso de alcohol en gel y una limpieza profunda de los espacios de trabajo.

El jueves se supo que uno de los asistentes personales del presidente Donald Trump también ha dado positivo por coronavirus.

“He tenido muy poco contacto con esta persona (…). Acabo de someterme a una prueba, como ya habrán oído, de hecho me hice una ayer y otra hoy, y fue negativa”, explicó el mandatario ayer, poco después de conocerse la noticia.

Estos contagios se producen en un momento en que numerosas miradas están puestas en la Casa Blanca por su insistencia en abordar la reactivación económica del país, a pesar de que la oposición considera que es una decisión prematura ya que no hay suficientes test ni mascarillas en el país.

Este mismo viernes se pudo volver a ver al presidente sin mascarilla durante una ceremonia en conmemoración del 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, un evento en el que estuvieron presentes algunos veteranos de la contienda, cuya edad roza los cien años.

“Este presidente es testado con regularidad, este presidente tomará la decisión de si debemos llevar mascarilla o no. Puedo decirle que esos veteranos están protegidos y tomaron la decisión de asistir porque han decidido poner a su país por delante, querían estar con su comandante en jefe”, justificó hoy McEnany al ser preguntada por el asunto.