El domingo que asistí a la misa, como acostumbro de acuerdo a la religión católica que profeso, adquirí el Periódico Presencia que semanalmente edita la Diócesis de Ciudad Juárez, en cuyo contenido se leía: ¿Por qué la iglesia en México no repartirá la cartilla moral?.
Además del llamativo encabezado resaltaba la siguiente frase: Mientras que diversas iglesias evangélicas mexicanas anunciaron que distribuirán la “cartilla moral” del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Iglesia Católica en México mantiene su distancia.
¿Por qué…?
Desde luego que llama la atención, y más cuando el Gobierno Federal da a conocer la Cartilla Moral, como un instrumento de apoyo a la sociedad, en cuanto al rescate de la ética y los valores que necesitamos para construir entre todos una sociedad mejor. Tal anuncio de la iglesia a la que pertenezco me hizo dudar del contenido de la cartilla, basada en el texto original del poeta, ensayista, narrador, diplomático y pensador mexicano Alfonso Reyes.
Por lo que me di a la tarea de leer el contenido del medio católico, sin encontrar nada que afecte mi profesión de fe, ni tampoco afectación alguna a los principios religiosos que enseña el catecismo de la Iglesia Católica, en la edición del Papa Juan Pablo II. Tan solo se concretaba en señalar que el Monseñor Alfonso Miranda, Obispo Auxiliar de Monterrey y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano subrayó que “no vamos a participar” en la distribución de la cartilla moral”. “Nosotros estamos tratando otros temas”, “nuestro trabajo, nuestros programas, nuestros planes, son diferentes”.
Luego seguí leyendo hasta el final y el Monseñor menciona que el trabajo de la iglesia es de “conversión, de evangelización, que ayude a la revaloración de la dignidad del ser humano, a evitar intolerancias, impaciencias, y cultivar en las personas el perdón, la tolerancia, la paciencia, el cambio de vida. Ese es nuestro trabajo”. Concluyó.
Para entender de una manera más acertada lo que el representante de mi iglesia manifestó, busqué en el internet la Cartilla Moral a la que hizo referencia y la encontré sin ningún problema, y me puse a leer cuidadosamente los catorce preceptos; por aquello de pudiera contener mensajes subliminales o que atenten contra la espiritualidad religiosa etc.
Supe que la cartilla moral, se basa en las “Lecciones de moral para la cartilla alfabética”, que escribió el gran pensador mexicano Alfonso Reyes, en 1944, y que no fue publicada por el gobierno en aquél entonces porque se le consideró un texto conservador y aún religioso, no acorde a la laicidad del Estado mexicano, ya que al principio de la lección número uno, su autor menciona la relación y la diferencia de la religión y la moral. Ya que el bien no solamente es obligatorio para el creyente, sino para todos los hombres en general.
Continuando mi pequeña investigación y lectura, me percaté que la cartilla se refiere a principios y valores dignos de rescatar y cuyo fundamento principal es el respeto. Sus preceptos son de amor, de espiritualidad, de la familia, de la civilización y cultura, de la sociedad, la ley y el derecho. Puedo apreciar en su contenido, el deseo del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, de encaminar a los mexicanos por el bien de todos a través del respeto mutuo.
Como católico, afortunadamente, soy libre gracias a Dios. Tengo el libre albedrío para decidir sobre lo que creo prudente para el bienestar personal y de mi familia. En los tiempos de la Inquisición, habría sido un rebelde por no estar de acuerdo con la imposición de la religión que respeto y amo por convicción.
La manera en que la nota se dirige hacia la feligresía, es como si la cartilla moral que promueve el gobierno federal, tuviera un contenido dañino a nuestra religión y costumbres, lo que no es así. Tampoco afecta a la familia sino todo lo contrario. Incluso promueve la vida en común de la familia como un hecho natural, como grupo perdurable y característico de la especie humana.
Siempre estamos exigiendo resultados contra la corrupción y denunciando actos autoritarios del mal gobierno y hoy que el gobierno se solidariza con la ética y los valores morales, la iglesia lo rechaza y se manifiesta en contra. En contra de lo que religiosamente promovemos con el evangelio de cada domingo.
Ningún daño causa todo lo que juntos podemos lograr para ser mejores. Nunca podremos separar a la justicia, de Dios. Pues el principal promotor de lo justo y del amor es Dios. Pero necesitamos la educación moral, la cultura y la adquisición de conocimientos, para vivir en congruencia con nuestras creencias religiosas.
Edición UANL: Cartilla Moral. Consciencia del Entorno. Alfonso Reyes (1944)
Edición Gobierno de México: Cartilla Moral. Adaptación de José Luis Martínez (2018)
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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