La reciente noticia de una supuesta prohibición al lenguaje inclusivo en cuanto al género en escuelas públicas de educación básica del estado de Chihuahua hapuesto en la palestra el debate sobre el uso correcto de la lengua castellana y el principio de igualdad y no discriminación.
La aprobación por parte del Congreso de Chihuahua a la iniciativa de reforma al artículo 8 de la Ley Estatal de Educación ha generado ruido en la opinión pública, algunos ciudadanos y sectores pronunciándose a favor y otros tantos en contra.
Realmente la adición al artículo a la ley en mención no es una prohibición al lenguaje inclusivo referente al género, no puede serlo, ya que dicho lenguaje es de hecho plenamente aceptado y promovido por el Estado mexicano desde hace más de una década; prohibirlo implicaría una franca contradicción con la Constitución, que probablemente conduciría a su automática invalidación por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Pues bien, lo único que se agrega a la Ley Estatal de Educación de Chihuahua en su artículo 8 es una fracción que añade como atribución de la autoridad escolar la de fomentar el uso correcto de las reglas gramaticales y ortográficas del idioma español.
Nadie podría estar en desacuerdo con lo anterior. Las niñas, niños y adolecentes chihuahuenses merecen una educación de calidad en donde aprendan correcta y suficientemente su lengua materna; donde sepan expresarse y comunicarse de manera efectiva en un mundo híper conectado, pero paradójicamente individualista y culturalmente regresivo.
Sin embargo, la conservación de la lengua no puede ser pretexto para encaminar;mediante un genérico discurso de rechazo; acciones tendientes a apartar, invisibilizar o negar realidades diferentes a las aceptadas por una parte de la sociedad.
Es importante recordar que esta reforma a la ley aún no entra en vigor y que puede ser impugnada si otros segmentos sociales consideran que lleva una intención discriminatoria.
El término “woke”(desperté), hace referencia según el diccionario Oxford a “Estar consciente de temas sociales y políticos, en especial el racismo”. No obstante,“woke” se ha convertido también en una forma despectiva de dirigirse hacia quienes defienden o promueven la igualdad de género u otros temas deampliación de derechos.
El español es una lengua romance que nace del latín y que utiliza el “todos” para referirse al conjunto de hombres y mujeres, es decir, usa el masculino gramaticalsin distinción de géneros.
Siendo la lengua la base de la educación, esta debe ser enseñada conforme a sus reglas ortográficas, evitando la confusión en su uso y su deformación. Por otra parte, la educación debe ser también inclusiva, tendiente a visibilizar la diversidad y a construir puentes entre la sociedad.
Fuera de intenciones políticas, debemos promover el aprendizaje y uso correcto de la lengua castellana, en la cual se escribió una de las obras cumbre de la literatura universal: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Sirva la mención de esta magna obra, El Quijote, para ejemplificar que la lengua sí cambia, no es igual el castellano de 1605 al actual. La lengua evoluciona y potencia los cambios sociales.
La riqueza de nuestro idioma debe enseñarse a nuestras niñas, niños y adolescentes conforme a lo regulado por la Academia; sin adoptar prejuicios, reforzar visiones hegemónicas, politizar o ideologizar la educación cualquiera que sea su tendencia. Atentos.
“Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie;”
(Juan 8:15)

Moisés Hernández Félix
Lic. en Administración Pública y Ciencia Política, candidato a Maestro en Administración en curso. Ha sido funcionario público federal y docente en nivel media básica y medio superior. Se especializa en gobernanza educativa y políticas públicas.
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