El exsecretario de Gobernación se ha convertido en un perfil incómodo para Morena tras diversas polémicas.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – En cuestión de meses, la figura de Adán Augusto López Hernández pasó de ser uno de los principales operadores políticos de Morena a un personaje rodeado de polémicas y presiones internas.
Desde julio, las acusaciones y filtraciones sobre su entorno han oscurecido su futuro político y han alimentado la versión de que enfrenta un proceso de desgaste impulsado incluso desde dentro del movimiento.
El golpe inicial vino con la orden de aprehensión contra Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad en Tabasco y colaborador cercano de López Hernández.
La detención de Bermúdez en Paraguay, acusado de vínculos con el grupo delictivo “La Barredora”, abrió un frente judicial que impactó directamente en la imagen del exgobernador tabasqueño.
El operativo, en el que participó personal de inteligencia encabezado por el CNI bajo la coordinación de Omar García Harfuch, marcó un punto de quiebre en la relación de poder dentro de Morena.
A este episodio se sumaron las revelaciones sobre presuntos vínculos con un empresario relacionado con redes de huachicol en Tamaulipas, así como la acusación de que López Hernández no habría declarado ante el SAT ingresos por más de 79 millones de pesos en 2023 y 2024.
Este último señalamiento cobró fuerza por las versiones que apuntan a que la información provino directamente del SAT, encabezado por Antonio Martínez Dagnino, funcionario cercano a Andy López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
El propio Adán Augusto sugirió que las acusaciones forman parte de un “fuego amigo”, sin señalar directamente a responsables. No obstante, la presidenta Claudia Sheinbaum negó categóricamente que su administración estuviera detrás de las filtraciones y descartó que existiera un golpeteo interno.
Pese a ello, las versiones sobre tensiones dentro de Morena y rivalidades por las candidaturas de 2027 no se han disipado.
Otro factor que ha complicado el panorama de López Hernández es su distanciamiento con el actual gobernador de Tabasco, Javier May.
Fue el propio mandatario estatal quien acusó a Bermúdez de mantener nexos con “La Barredora”, lo que muchos analistas interpretan como una vendetta política contra su antecesor y un intento de debilitar su influencia en el estado.
La acumulación de controversias ha llevado a especular sobre una posible salida de Adán Augusto de la coordinación de la bancada de Morena en el Congreso.
Al mismo tiempo, el distanciamiento con Palacio Nacional y las tensiones con figuras clave de la 4T han dejado claro que su margen de maniobra se reduce.
En este escenario, el futuro político del exsecretario de Gobernación parece cada vez más condicionado por factores internos que externos, en un momento en que Morena busca mantener cohesión de cara al próximo ciclo electoral.
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