Desde tiempos inmemoriales, el más fuerte se impone al débil.
Y desde siempre, el más poderoso oprime al desamparado.
Pero luego, cuando el débil quiere librarse de la opresión, encuentra decenas de trabas que le impiden desatar su ahogo.
El poderoso emplea todo su poder para evitar que el débil se le salga del huacal.
Pero cuando no le deja ya margen de movilidad o respiro, el débil usa lo que encuentra a la mano para lograr su liberación.
Ya en una entrega anterior escribí sobre la violencia simbólica, que no es otra cosa más que utilizar la fuerza y el poder para oprimir a quienes necesitas someter.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su intento por restituir un poco lo que los hombres del poder le han arrebatado a la población, inventa el concepto de la Cuarta Transformación de México.
Pero la corrupción es un herpes social que no se puede arrancar solamente por decreto.
Y los corruptos, no van a dejar su negocio, sólo porque el presidente lo dice.
Situación evidente en la aduana fronteriza de Ciudad Juárez… y todas las demás.
Caso concreto llanteros ecologistas obligados a pagar directamente en plataforma ¡Y sin factura! (Obvio), hasta 4 mil dólares por importación de llantas de desecho.
Ante la impotencia, denuncian a la administradora de la aduana Norma Dresdé Bazán y su personal, de estas corruptelas.
Y la funcionaria, para proteger su imagen, utiliza como medida de presión, el testimonio de algunos agentes aduanales, para justificar sus acciones.
Desvirtúa el contenido de la ley, para negar la importación legal de quienes se resisten a pagar el peaje de la corrupción.
Por su parte, los llanteros en su desesperación, bloquean parcialmente uno de los puentes internacionales en esta frontera, con el objeto de enterarle al presidente, de manera gráfica, la negativa de esta funcionaria por integrarse a la Cuarta Transformación del país.
Ambas partes usan los mecanismos de presión que tienen a la mano, y buscarán destruirse mutuamente.
La diplomacia no funcionó. ¿Se impondrá la corrupción ante la justicia?
Veremos, dijo un ciego.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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