Hace unos días tuve Consejo Técnico Escolar, nada fuera de lo ordinario más que seguir dándole seguimiento a la burocracia institucional de la SEP, que dicho sea de paso, el lector puede coincidir o no conmigo. No dudo que haya colegas profesores que les guste el Consejo Técnico Escolar, pero en mi opinión se debería reducir el tiempo de este y que los profesores se enfoquen en las problemáticas del plantel que es lo más inmediato. En este último que hubo, el subdirector nos dio una exposición que le enviaron las autoridades estatales educativas sobre el Marco Jurídico en caso de la vulnerabilidad o daño de toda índole en un alumno o menor de edad.
La exposición constaba de ¡38 diapositivas! Afortunadamente el subdirector lo estudio y lo resumió para sacar lo más relevante, aun así fueron más de 40 minutos redundando en lo mismo. Me llamó mucho la atención como es que una institución educativa manda una presentación de Power Point donde cada lámina está saturada de información y que además pretenden que los profesores asimilen todo ello en dos o tres horas. O las autoridades educativas nacionales, estatales y regionales tienen altas expectativas en los profesores o ya se les olvidó como usar un power point.
Pues bien, todo este marco jurídico son aproximadamente 20 leyes de los tres niveles de gobierno, a lo que enseguida me pregunte ¿Por qué tantas leyes? Y enseguida me surgió otra cuestión: si están generando demasiadas normas entonces ¿Están funcionando o no? todo lo que venía en las láminas de la presentación era sobre cómo abordar de la manera más políticamente correcta las problemáticas que un profesor se puede y se va a enfrentar en el ejercicio de la enseñanza. Nuevamente me volvió a surgir otro cuestionamiento ¿Por qué están buscando soluciones cuando los problemas ya están en los menores?, es evidente que los daños son el resultado colateral de los problemas de los padres y la sociedad, entonces ¿Qué están haciendo las autoridades educativas y gubernamentales para prevenir todo esto en vez de buscar soluciones a un daño ya hecho? ¿Qué hace el gobierno y la Comisión de los Derechos Humanos con los adultos que provocan todo esto?
Puede usted pensar que estaba yo fastidiado, cansado, harto, aburrido y deseando que ya todo acabara para poder ir a hacer otras cosas más productivas por temas inmediatos, pero sí, es importante saber estos temas pero ¿Con una malísima presentación de power point? Para cualquier profesionista cabal, algo así es altamente ofensivo que una institución educativa gubernamental haga esas cosas. Pero bien, las cuestiones me seguían, si la CNDH está muy preocupada por la vulnerabilidad de los menores ¿Por qué no llevan las soluciones y prevenciones con los adultos? ¿Por qué se esperan a que el menor sea violentado física, mental y psicológicamente?
Además de los problemas que ya viven los menores, otro hecho que me preocupó es toda la burocracia que esto genera, porque hay que bitacorear, reportar o notificar; más avisar a prefectura, orientación y coordinación. Es decir, hay que especializar aún más el esfuerzo a cada alumno que presente el más mínimo indicio de problemas, como si no fuera ya extenuante la burocracia curricular. Entonces, debes de dejar el tema que estás explicando o desatender a los demás alumnos para especializarte en uno o dos alumnos. Esto es complejo y a veces difícil.
Hay siete puntos en los cuales hay que poner atención dentro de este protocolo que van desde el cambio del estado de ánimo hasta la conducta del alumno. Entonces ¿Das clase o pones atención a la psicología del alumno? Y sigo preguntando, ¿Qué hacen los psicólogos en las escuelas? ¿Para qué están? Pero resulta que no puedes involucrarte del todo aunque sea para cumplir con las 20 leyes y el protocolo antes mencionado, porque estarías vulnerando la privacidad de un menor. Un profesor no puede tener tanta información privada de un alumno.
La responsabilidad sigue estando en el profesor y lo que se debe hacer es estar informado ¿Cuándo si no hay tiempo?, estar alerta ¿En qué momento si tienes que asegurarte que tus alumnos entiendan el tema para no reprobar? Pues eso te genera más burocracia y por último, informar ¿Qué se va a informar y cómo si aún no hay un marco legal para proteger al profesor?
Por último quiero cerrar con una frase que se recalcó mucho “Todo es legal y sino está por escrito no existe”, el exceso de burocracia, la ambigüedad y las soluciones tardías no son más que la decadencia institucional que debe cambiarse, porque es claro que muchas cosas no funcionan.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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