Hablamos de mexicanismos, que lejos de incomodarnos deberían de enorgullecernos por la sabiduría popular que encierran y que han trascendido al tiempo resguardando una tradición lingüística que no tienen otros países hispanoparlantes…
El experimento de la semana pasada fue todo un éxito y confirma la hipótesis fundada: Un título pernicioso atrae lectores, sí o sí. Eso tiene un nombre: Clickbait.
Para el anecdotario, quiero compartir que recibí llamadas y mensajes de diversos personajes de la política estatal y por supuesto muchas más lecturas que lo habitual, pero inimaginablemente nada de reacciones en redes sociales, salvo algunos retweets en contra del título, evidenciando que no habían leído el contenido, pero la gran mayoría a favor y en sintonía.
Esta semana nos tomó por sorpresa la resolución del IEE ante la expresión citada por el Delegado de Programas Federales, Juan Carlos Loera de la Rosa. Un mero recurso discursivo usado por su metáfora es sancionado y censurado por la autoridad electoral catalogando la expresión como “violencia política de género”. INCREÍBLE.
El hecho fue comentado en grupos de la política estatal, entre ellos el de EL JEFAZO de nuestro buen amigo Pillo, alias Alfredo Hernández.
“!Claro que se extralimitó el IEE¡ Ahora no podemos ejercer la libertad de expresión porque a un tercero siente daño a su persona y por el uso de metáforas” sostuvo José Díaz en respuesta al Diputado Mario Mata que lo inquirió.
Hay que recordar que el Diputado Mata fue objeto de una sanción similar por la Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) por el caso promovido por la Senadora Bertha Caraveo por agravios directos a su persona, no por el uso de metáforas.
En aquella ocasión el fallo del TEPJF concluyó que el acusado ayuda –con sus dichos– “a constituir estereotipos de género que colocan a la afectada en un plano de inferioridad”.
Pedro Torres se refirió a este hecho en su columna publicada el 9 de marzo de este mismo año y en este mismo medio de comunicación, titulada 8 de Marzo y el combate a los Mario Mata, basta una leída por encimita para saber que el caso de Loera de la Rosa es nada y diametralmente distinto y por ello preocupa.
La determinación de IEE preocupa por que castiga, no solo al Delegado sino al lenguaje per se y por añadidura a las profesiones y oficios que se valen de él, como los comunicadores, políticos, escritores o periodistas o para el caso cualquiera que hable o escriba y se exprese públicamente.
Según el sapo es la pedrada. La medida es impuesta a medida del quejoso, pues según el racionamiento tácito en la conclusión del instituto, quienes nos hacemos del lenguaje deberíamos evitar el uso de recursos literarios, que incluso se enseñan desde cuarto de primaria como la metáfora contenida en el refrán popular que nos atrae, para evitar sesgos interpretativos.
Imagínese, con ese magro nivel de pensamiento, lo que opina el instituto del uso de tantas hipérboles utilizadas en columnas de opinión como esta, pero no se puede chiflar y comer pinole al mismo tiempo ¡Es demasiada libertad!
Los recursos literarios se emplean precisamente para dar mayor potencia expresiva o belleza a lo que se expresa. Ciertamente no es habitual encontrarlos en el lenguaje cotidiano, pero tampoco son desconocidos y mucho menos en desuso; como dice el refrán: El que tiene más saliva, traga más pinole.
Hablamos de mexicanismos, que lejos de incomodarnos deberían de enorgullecernos por la sabiduría popular que encierran y que han trascendido al tiempo resguardando una tradición lingüística que no tienen otros países hispanoparlantes !Pero esa es otra historia!
Tampoco pierda de vista, estimado lector, que la quejosa, no fue la Sra. Gobernadora o la supuesta parte ofendida, sino una diputada de su mismo partido que hizo suya la ofensa, lo que hace más evidente la raja política del asunto.
Se espera que el Delegado apele la decisión y en realidad es que tiene materia para ello, empezando por la descontextualización del término de las circunstancias en que se empleó y que puestas en el mismo plano explican en sí mismo el porqué de su uso.
Imagínese que en la redacción de la presente eliminé refranes como “El burro hablando de orejas”, para evitar que alguien lo interpretara textualmente y se sintiera aludido.
¡Hasta dónde hemos llegado!
Mercadólogo por la UVM. Profesional del Marketing Digital y apasionado de las letras. Galardonado con la prestigiosa Columna de Plata de la APCJ por Columna en 2023. Es Editor General de ADN A Diario Network.
