A pesar de todo, la ciudad de Milwaukee, en Wisconsin, será la sede formal de la convención, aunque con una mínima presencia en el lugar. En el Wisconsin Center, donde se habrían congregado los delegados, se erigieron altas cercas de seguridad, pero solo algunos carteles recuerdan que allí tendrá lugar el esperado acto político.

En la convención de cuatro días, los demócratas reflejarán la unidad del partido detrás del exvicepresidente Joe Biden y buscarán impulsar su candidatura para derrotar al presidente Donald Trump en las elecciones del 3 de noviembre.

Las principales figuras del Partido Demócrata usarán de la palabra en la convención, entre ellos el principal rival de Biden en las primarias, Bernie Sanders y la ex primera dama Michelle Obama.

La compañera de fórmula de Biden para la vicepresidencia, la senadora Kamala Harris, hablará el miércoles después de ser confirmada oficialmente.

Por su parte, los organizadores tendrán la dura tarea de mantener el entusiasmo de los simpatizantes y delegados demócratas sin las multitudes regulares.

En ese sentido, anunciaron que 17 “estrellas en alza” del partido, intervendrán en la convención, entre ellas Stacey Abrams, una joven afroamericana de Georgia, quien estuvo en el grupo de las posibles compañeras de boleta de Biden.

Otros serán el presidente de la Nación Navajo, Jonathan Nez; la senadora estatal de Nevada Yvanna Cancela, descendiente de cubanos; la comisionada de Agricultura de la Florida, Nikki Fried, y el representante de Pensilvania Conor Lamb.

Con estas selecciones, los demócratas también tienen como objetivo reflejar la diversidad racial, étnica y de género de su partido.