Hoy “El Oriente” nos deja con el testimonio de José Augusto, un sacerdote italiano que fue detenido en El Puerto de Santa María y llevado a las cárceles de la Inquisición de Sevilla por su condición de masón.
Este texto forma parte de su testimonio sobre la orden recogido en las Actas de 1743 de su proceso inquisitorial, recogidas en el libro La inquisición de Sevilla y la Masonería en el siglo XVIII, de Enrique Gacto.
En otras palabras, no tenemos acceso al testimonio real, pero sí a esa parte del testimonio que fue recogido como escándalo de su época, para probar la existencia de una orden que pretendía la igualdad en dignidad de todos los hombres.
Disfrútalo.
SFU.
Sobre todo, mucha Salud, donde quiera que estén.
“Una vez que sea masón, aunque sea monarca, da la mano a un albañil”
QH José Augusto
La masonería es una congregación extendida en el mundo, en la que hay gentes de todas clases y aun cardenales. Aquí en Madrid hay muchos. No se reciben mujeres de ningún estado, sino solo hombres de cualquier estado. Yo fui admitido en una logia de Marsella y aquí en Madrid, donde soy extranjero y no conozco a nadie, si me encontrase en alguna necesidad, saludaría a las personas haciendo ciertas señas o gestos por los que nos identificamos y así sería socorrido por cualquier miembro de la congregación, que a través del saludo conocería mi condición de masón.
La masonería se reduce a considerar al hombre en su ser natural, sin respeto a que sea Papa, Rey, sacerdote, religioso ni de otro estado, ni oficio, porque una vez que sea masón, aunque sea monarca, da la mano a un albañil. Somos todos iguales en cuanto hombres y en prueba de esto el Duque de Baviera me sirvió en la mesa cuando entré francmasón.
La Cantera. Es un espacio de difusión pública sobre el librepensamiento, las buenas costumbres y para la preservación del pensamiento masónico moderno, bien sea masonería simbólica o filosófica; escocesa, yorkina o mexicana; o la obra filantrópica de Shriners o de Widow Sons; todo en este lugar.
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