En la columna pasada hablamos sobre el campo semántico del concepto de educar, para José Vasconcelos. Hoy continuaremos con el proyecto educativo del maestro de América, puesto que fue en un periodo relativamente corto (1920-1921), es complejo ya que Vasconcelos hizo una ruptura clara con el pasado, pero sin olvidar la herencia católica y virreinal. Aunque fue un hombre idealista tenía muy claras las necesidades del México Posrevolucionario. Que en ese momento era y sigue siendo, que la cultura y la educación llegarán a cada mexicano, desde la cupulo de la clase alta hasta al más sencillo campesino y al indígena renegado y excluido.
Para llevar a cabo ese proyecto tan ambicioso, era necesario masificar la educación y la cultura, pero sin que perdiera su calidad. Porque había que educar y culturizar bien. Tal vez en estos momentos usted se ha de preguntar a donde va toda esta palabrería, pues sepa usted que esta exposición son las bases filosóficas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), para que, a casi 100 años de su creación, repensemos y hagamos conciencia de los objetivos actuales de la SEP, con los que planteó Vasconcelos.
Tornando con nuestro paseo histórico, debemos ser conscientes que el capitalismo y sus resultados ya son un hecho en México: burguesía, proletariado y clase media, que, por razones culturales, parte de la sociedad mexicana aún conserva usos, costumbres y tradiciones virreinales e indígenas. Que, por la negación del pasado virreinal, el mexicano de la clase baja que es indígena y campesino fue y sigue siendo excluido. Por ello Vasconcelos pretendió incluirlo al nuevo sistema económico que en palabras del maestro son:
“Trabajo útil, trabajo productivo, acción noble y pensamiento alto: he allí nuestro propósito. Pero todo esto es una cumbre; debe cimentarse en muy humildes bases y solo puede fundarse en la dicha de los de abajo. Por eso hay que comenzar por el campesino y por el trabajador. Tomemos al campesino bajo nuestra guarda y enseñémosle a centuplicar el monto de su producción mediante el empleo de mejores útiles y de mejores métodos. Esto es más importante que adiestrarlo en la conjugación de los verbos, pues la cultura es un fruto natural del desarrollo económico. Los educadores de nuestra raza deben tener en cuenta que el fin capital de la educación es formar hombres capaces de bastarse a sí mismos y de emplear su energía sobrante en el bien de los demás”
El propósito de la cultura es que, de resultados concretos en la economía para fortalecer al mercado interno, sin duda una visión pragmática, porque esa es la clave de un país económicamente estable y fuerte. Siguiendo lo establecido en el Materialismo Histórico, que de acuerdo con Marx: el hombre que no tiene cubiertas sus necesidades básicas es un hombre que no puede dedicarse a filosofar ni crear arte. A esto tenemos que añadir que Vasconcelos creía en la democracia y para que esta exista necesita ciudadanos educados y cultos.

Marduk Silva
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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