Movil - LB1A -
Movil - LB1B -
Publicidad - LB1A-
    Publicidad - LB1B -
    diciembre 2, 2025 | 5:28

    Ruido, poder y territorio

    Publicado el

    Publicidad - LB2 -

    U2 — A Celebration

    I believe in the powers that be, but they won’t overpower me.

    - Publicidad - HP1

    En Juárez, el poder hace ruido, pretende imponerse con luces y escenarios, pero hay quienes resisten en silencio, en la mirada firme, en la exigencia que no teme al aplauso.

    El verdadero territorio en disputa no es quién controla el micrófono, sino quién se atreve a sostener la verdad cuando el eco se extingue.

     

    En Ciudad Juárez, el sol cae con la misma violencia con la que el silencio se instala en ciertas esquinas. No es un silencio poético, es un silencio de cemento: el de los cuerpos sin nombre, de las familias sin respuesta, del Estado que aterriza solo cuando el escándalo ya no cabe en las redes y pues a ese silencio aterrizó Claudia Sheinbaum, no solo con anuncios y cifras recicladas, sino con una mochila cargada de deudas políticas.

    Aquí de plano ya no caben los discursos abstractos, los deudos del crematorio Plenitud no piden palabras, piden justicia. La exigencia es simple y brutal: o hay respuesta, o hay complicidad, mientras el poder hablaba de riego tecnificado y futuro energético, los familiares exigían algo mucho más terrenal: que los restos de sus seres queridos no sean tratados como basura estatal.

    Y es ahí donde el poder hace más ruido, no por lo que dice, sino por lo que escoge callar, la fuerza de una administración no se mide en aplausos, sino en su capacidad de sostener la mirada cuando la realidad incomoda y si bien la presidenta lo hizo bien desde el templete y hasta donde puede con los medios que tiene en el momento, aun así, la narrativa oficial ya no sirve: la credibilidad no se decreta, se sostiene o se pierde.

    Por otro lado, lo que esta que arde es el caso de Adán Augusto López en el que se expone el verdadero talón de Aquiles del proyecto político de la “transformación”: la continuidad de prácticas opacas disfrazadas de lealtad. No se trata de una acusación aislada, sino de un patrón: contratos sin claridad, vínculos oscuros, respuestas que en lugar de esclarecer, embarran. Lo que es chocante es que no haya una diferencia marcada en estilos de gobierno desde el priato, hasta ahora con la 4T donde las denuncias duran lo que una nota viral, lo que pesa no es el expediente, es la repetición del cinismo.

    En ese ruido político, el verdadero territorio en disputa no es el gabinete ni el Congreso, es el relato, es la confianza, es la idea de que la política aún puede significar algo distinto a administrar la impunidad. Porque no me diga que me equivoco cuando digo que el discurso deja de tener coherencia con la acción, lo que se fractura no es solo la imagen pública: es la legitimidad y hablando de ruidos… hablemos de uno que no sale de la mañanera ni de los pasillos del poder. Llega desde los escenarios globales el virtuoso Bad Bunny quien lanza una canción que ridiculiza a Trump poniéndolo a decir lo impensable: “Bienvenidos inmigrantes”. No es una broma, es una táctica, toda vez que  la cultura pop tiene más alcance que los noticieros, una canción puede hacer lo que no hace el Congreso: incomodar al poder.

    Esto no va a cambiar la política migratoria, claro, pero sí marca el terreno. Porque el arte, siendo la mayor expresión del hombre en cuanto a sus emociones, suele no ser neutro y hoy, la neutralidad también es una forma de complicidad. Ahora el radicalismo se ha normalizado, el reguetón puede ser más contestatario que cien editoriales y el mensaje es claro: si los políticos han convertido el poder en espectáculo, los artistas pueden convertir el espectáculo en crítica, lo sorprendente es que al parecer cantara en el mismísimo medio tiempo en el super bowl que sobra decir que es el evento mas importante deportivamente hablando del mundo y en el cual todo Estados Unidos se detiene, pues como diría un buen amigo y hermano: son señales!

    Y volvemos a Juárez, no por costumbre, sino porque ahí se condensan muchas verdades que el país prefiere no mirar. Juárez es frontera, sí, pero también es espejo: de las promesas incumplidas, de las vidas interrumpidas, de las visitas presidenciales que no cambian nada. En cada gira, en cada boletín, se repite el guion, pero lo que no se repite es la justicia.

    Ruido, poder y territorio. Esa es la ecuación. Porque lo que está en juego no es solo el rumbo de un gobierno, sino la posibilidad misma de creer en algo que no sea performance político. Mientras el poder siga hablando como si la realidad fuera un spot, la calle seguirá gritando lo que el micrófono calla.

    Y quizás lo más urgente sea recordar que el territorio no es del que lo gobierna, sino del que lo habita. Que la historia no tiene por qué repetirse como castigo si aún existe quien esté dispuesto a escribirla como posibilidad.

    WhatsApp Image 2025 03 13 at 22.25.25
    Alfonso Becerra Allen

    Abogado corporativo y observador político, experto en estrategias legales y asesoría a liderazgos con visión de futuro. Defensor de la razón y la estrategia, impulsa la exigencia ciudadana como clave para el desarrollo y la transformación social.

    Publicidad - LB3 -

    ADN INVESTIGA

    La frontera que se respira: El aire que enferma a la ciudad (parte 1)

    Contaminación persistente en Ciudad Juárez genera alerta por impacto en la salud pública Ciudad Juárez,...
    - Publicidad - (MR1)

    Historias Recientes

    Arrancan preinscripciones para el ciclo escolar 2024-2025 en Educación Básica

    La SEyD invita a madres y padres de familia a realizar el registro a...

    Celebra Lilia Aguilar anuncio de Sheinbaum sobre los derechos de vivienda de los trabajadores

    La presidenta Claudia Sheinbaum informó sobre medidas concretas para atender los fraudes en el sector...
    - Publicidad - (MR2)

    LAS PLUMAS DE ADN

    - Publicidad - (MR3)

    Más como esto